Equipo olímpico de boxeo alemán entrena en Cuba

La Habana, Cuba | AFP, por Moises AVILA.

Sin aire acondicionado, el vapor de los cuerpos sudorosos se condensa en un gimnasio con techo de zinc en las afueras de La Habana. Treinta grados. Para el equipo olímpico de boxeo de Alemania, no importa. Están aquí para pelear con los mejores: los cubanos.

Sus integrantes están en formación, promedian los 22 años y tienen poca experiencia en torneos internacionales. Entre sus filas cuentan con un entusiasta fajador de origen checheno, el único que ha vencido a un cubano en un torneo oficial.

El resto llega a la cita como si fuese un duelo con el Barcelona o el Real Madrid. Los Domadores están esperándolos con todas sus estrellas olímpicas en la Escuela Nacional de Boxeo, una finca en la zona de Wajay, un municipio en las afueras de La Habana.

"Venimos a entrenar con los mejores, ahora es posible (...) hemos tratado de venir por mucho tiempo, y ahora recibimos la invitación", dice el entrenador de los alemanes, Eddie Bolger. Considera que el contrincante cubano es difícil de adivinar.

Bolger, de origen irlandés, explica que su intención es preparar a su equipo para los Juegos Olímpicos de Tokio-2020. Comienza el calentamiento, los alemanes dan giros por la austera barraca rodeada por árboles, que dista mucho de sus campos de última generación.

Algunos implementos están deteriorados por el uso, pero no dejan de ser útiles. Los alemanes han traído como donación un centenar de guantes, en retribución. La tropa alemana contiene jóvenes con orígenes tan diversos como Rusia, Turquía o Marruecos.

De pronto, desde el fondo del pasillo, como una flotilla de guerra, surca una escuadra azul y roja, con sus buques insignia al frente: Roniel Iglesias (oro de Londres-2012) y Julio César La Cruz (oro de Rio-2016).

Bolger diría después que percibió al instante la sonrisa de alegría de sus pupilos.

Peleando con una potencia mundial

Cuba es la primera potencia mundial en el boxeo, aunque en los últimos años a causa principalmente de la constante fuga de talentos no ha podido dominar en todos los eventos internacionales.

En sus vitrinas exhibe 73 títulos en la historia de los campeonatos mundiales y 37 en los Juegos Olímpicos.

Este año obtuvo la tradicional Copa Química de Halle, en Alemania, uno de los torneos de boxeo más fuertes y reconocidos de Europa. Sin embargo, en esa ocasión hubo un alemán que destacó frente a Cuba.

Hamsat Shadalov, de origen checheno y que acaba de cumplir 20 años, venció 5-0 al doble campeón olímpico cubano Robeisy Ramírez.

"Gané mucha experiencia, él era muy fuerte (...) Cuba es el mejor país en boxeo y eso me dejó orgulloso", explica Shadalov a la AFP.

Ramírez abandonó un mes después en México a la selección cubana, durante los entrenamientos de cara a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla.

Cuba también viene de hacerse de la semiprofesional Serie Mundial de Boxeo (WSB) disputada en China.

Las divisiones masculinas en la próxima serie se redujeron a ocho, para darle más oportunidades a las mujeres. También se han ampliado las categorías en los Juegos Olímpicos de 2020, en favor del boxeo femenino. Pero Cuba no permite que las mujeres lo practiquen oficialmente.

Amigos, pero rivales en el ring

"El boxeo europeo es muy disciplinado, están catalogados entre los más fuertes", explica el medallista cubano Roniel Iglesias, listo para calentar al ras del suelo.

Más arriba, en uno de los cuadriláteros, Julio César, 'La Sombra', ya intercambia golpes con un sparring alemán.

"Desde el punto de vista deportivo nos conviene mucho entrenar con los europeos, porque son diferentes estilos. Nos conviene intercambiar con ellos", admite el entrenador cubano Rolando Acebal.

Pese a los debates en el Comité Olímpico Internacional para retirar el boxeo de los Juegos Olímpicos por problemas en la gobernanza de su Federación Internacional, Cuba y Alemania siguen entrenando.

"Retirarlo sería devastador", dice Bolger. "Es uno de los deportes más antiguos del olimpismo y esperamos que se mantenga", considera Acebal.

Tras varias rondas, el entrenamiento termina y los atletas cubanos corren al terreno de fulbito. Invitan a sus pares alemanes. Arman equipos mixtos y juegan hasta que el bus que transporta a la visita enciende los motores. La idea es que Cuba devuelva la visita el próximo año.

Más allá de la cordialidad, ante la eventualidad de que en una final se encuentre con ellos, 'La Sombra' tiene las cosas claras: "Para ser campeón hay que ser invicto (...) Que gane el mejor encima del cuadrilátero, pero siempre me preparo para vencer".

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Manu Ginóbili, el hijo pródigo de San Antonio

San Antonio, Estados Unidos | AFP, por Pedro REPARAZ.

Un icono, el corazón de los Spurs y uno de los suyos para siempre. San Antonio, un mes y medio después de la retirada de Manu Ginóbili, es unánime: el argentino fue, es y será una leyenda viva del equipo pero, por encima de todo, uno de los hijos predilectos de la ciudad texana.

"Manu siempre fue un jugador muy divertido con el que jugar. Me encantaba jugar con él. Los pases que daba, los cortes que hacía... Volaba. Su energía era realmente contagiosa y nos alimentábamos de ella. Lo voy a echar mucho de menos", dice a la AFP Patty Mills tras ganar el miércoles pasado 112-108 a los Minnesota Timberwolves en el primer encuentro de la temporada.

"Es una leyenda, un icono. No va a tener que pagar nunca más por una comida aquí. Van a hablar de él de la forma en que lo hacen de David Robinson y Tim Duncan", señala por su parte Diego Bernal, miembro demócrata de la Cámara de Representantes de Texas.

El de Bahía Blanca, de 41 años, se codeará siempre con los más grandes de la historia de la franquicia, que ganó cinco anillos de la NBA de 1999 a 2014, cuatro de ellos con Ginóbili en sus filas, formando uno de los equipos más exitosos de la historia de la competición.

"Los Spurs son como una religión. La gente es fanática de ellos (...) Manu no solo era un jugador latino, que hablaba español. Su estilo de juego era súper excitante, nadie en la liga jugaba como él y eso lo hacía más especial. Teníamos a ese jugador increíble que hacía cosas increíbles", recuerda Bernal con nostalgia.

Porque en San Antonio, Ginóbili es simplemente Manu. Su gente, afable y cercana, lo recuerda con la misma naturalidad con la que él se movía por la pista. Y un enorme mural suyo en la calle San Pedro hace imposible olvidarle. Un último homenaje. Un tributo a quien tanto les dio.

"El jugador perfecto"

El albiceleste aterrizó en el equipo texano en 2002 luego de ser drafteado en el puesto 57 (de 60) en 1999. Su aparente falta de atleticismo y las dudas que generaban entonces los jugadores extranjeros hicieron que Ginóbili se quedara jugando en Europa, dominando el básquetbol del Viejo Continente antes de poner los pies en Norteamérica.

Una vez allí, San Antonio, ciudad multicultural de cerca de un millón y medio de habitantes y casi 65% de su población latina, lo abrazó inmediatamente como uno de los suyos por su esfuerzo y humildad.

"Manu Ginóbili era el jugador perfecto para los Spurs: disputaba cada pelota como si fuese la última y tenía la suficiente técnica como para ser un tercio del que quizás es el trío más importante de la historia de la NBA (junto a Duncan y Tony Parker). Pero lo que más hizo que San Antonio amara a Manu es su don de buena persona, su inteligencia y humildad dentro y fuera de la cancha, en la victoria y la derrota", apunta a la AFP el periodista uruguayo-estadounidense Enrique Lopetegui, que vive desde 2004 en San Antonio.

"Seguramente seguirá conectado con los Spurs de alguna manera pero aunque un día regrese a Argentina y no vuelva nunca más, Manu ya es parte de San Antonio. Es uno de nosotros para siempre y eso no cambiará nunca", reconoce.

De niño delgado a calabaza de Halloween

"De chico fue siempre igual que ahora: inquieto, competitivo y pasional (...) En el campo de juego actuaba con total naturalidad. Su edad no era problema, a pesar de sus pocos kilos jugaba y hacía cosas. Resaltaba y como siempre rellenaba todas sus estadísticas", rememora para la AFP el entrenador que lo vio nacer en el baloncesto, Óscar "Huevo" Sánchez.

El técnico argentino vivió en primera persona el amor que le profesaba la gente de San Antonio cuando lo acompañó por invitación suya a las Finales de 2005, que ganaron 4-3 a los Detroit Pistons.

"La gente lo reconocía en todos lados: restaurantes, shoppings... Siempre fue un ídolo (...) Pasará a la historia por su don de gente, competitividad y valentía. Además, en un juego colectivo, marcó una época saliéndose del molde. Emanuel fue clave pasando el balón. El legado que deja es de algo que no es común en la NBA, que de por sí es anárquica en su juego: sentimiento de equipo, resignar ego como lo hizo después de ser el mejor de Europa y adaptarse a ser el mejor sexto hombre de la historia de la NBA", afirma.

Ginóbili ha dejado los Spurs pero sigue muy presente en San Antonio: seguirá viviendo en la ciudad con su mujer y sus tres hijos, continuará cerca del equipo y, a menos de dos semanas para Halloween, un aficionado ha grabado incluso su cara en una calabaza.

"Era un jugador que podría haber sido perfectamente la primera o la segunda opción en cualquier otro equipo y (en San Antonio) salía desde el banquillo, sacrificando acólitos, focos, dinero... Hay mucha gente en esta ciudad que entiende este tipo de sacrificio. Encaja perfectamente con lo que éramos y con lo que somos. No se podría haber elegido a otro jugador que encajara mejor con una ciudad que Manu y San Antonio", sentencia Bernal.

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Leonard acaba con los Celtics, Jerebko salva a Warriors

Los Angeles, Estados Unidos | AFP.

El alero de los Toronto Raptors Kawhi Leonard, con 31 puntos y 10 rebotes, acabó anoche con los Boston Celtics 113-101 en un encuentro entre dos de los favoritos a hacerse con la Conferencia Este, mientras Jonas Jerebko salvó a los Warriors con una canasta decisiva frente a los Jazz.

Leonard, traspasado este verano boreal por los San Antonio Spurs, demostró por qué es para muchos el mejor jugador del Este con una actuación estelar, dejando su sello en ataque y también en defensa.

El base Kyle Lowry lo escoltó con 15 tantos, seis capturas y seis asistencias y el pívot congoleño nacionalizado español Serge Ibaka aportó 21 puntos y seis rebotes.

Los Raptors, el mejor equipo de su zona la temporada pasada, son uno de los más firmes candidatos a estar en las Finales, al igual que los Celtics, que sin embargo este viernes sucumbieron ante los locales.

El pívot dominicano Al Horford se quedó a un pase del triple-doble con 14 tantos, nueve cartones y nueve asistencias en un cuadro en el que el quinteto inicial superó la decena en anotación.

Con este triunfo, los canadienses se quedan en lo alto del Este con dos victorias en idéntico número de contiendas mientras los Verdes firman un balance de 1-1.

Mientras, en Minnesota, el escolta Jimmy Butler volvía a jugar "en casa" tras haber pedido el traspaso hace unas semanas y convirtió los pitos iniciales del público en aplausos con una brillante velada.

El ex de los Bulls terminó con 33 puntos (10/12) y fue el mejor de los suyos en la victoria 131-123 ante los Cleveland Cavaliers, que esta campaña echan de menos a LeBron James, quien se marchó en julio a Los Angeles Lakers.

Un invitado de excepción

En Utah, los vigentes campeones, los Golden State Warriors, se libraron de un tropiezo gracias a una canasta milagrosa del suplente Jonas Jerebko a falta de tres décimas para la conclusión del juego.

Los de Oakland, que fueron por detrás desde el primer cuarto e incluso encajaron 47 puntos en el segundo, lograron remontar sobre la chicharrá para llevarse el triunfo 124-123.

Kevin Durant (38) y Stephen Curry (31) se combinaron para 69 tantos pero fue Jerebko el que se erigió en el héroe de los suyos al final para terminar el juego con 10 puntos.

Por los Jazz, el base español Ricky Rubio enmendó su aciaga jornada inaugural para finalizar el choque con un doble-doble de 13 y 10 asistencias mientras el alero Joe Ingles fue el líder anotador de los locales con 27. El escolta estrella Donovan Mitchell selló 19 pero con una mala serie en el tiro (7/23).

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