Santaní-Cerro será en el J.J. Vázquez

Santaní confirmó que jugará ante Cerro Porteño, en su casa, en el estadio J.J. Vázquez, partido por la fecha número 19 del campeonato Clausura. El equipo de Tapiracuái quiere ser fuerte en casa y sumar los puntos que podrían ser vitales para lograr la permanencia en Primera División.

La información fue confirmada -a la radioemisora 1080 AM- por el dirigente del Deportivo Santaní, Rolando Safuán.

No obstante, lo único confirmado es el lugar, aún no hay fecha ni hora para el citado cotejo.

Safuán manifestó que la decisión de jugar en casa fue por un pedido expreso del técnico Héctor Marecos que solicitó a la directiva de Santaní jugar contra Cerro Porteño, en el estadio J.J. Vázquez.

Salió de la zona roja

Santaní se impuso por la mínima diferencia a Sportivo Luqueño y de manera parcial, por primera vez en todo el año, logró su principal objetivo que es y será la permanencia en la máxima categoría profesional del fútbol paraguayo. Actualmente, el equipo de Tapiracuái depende de sus gestión en las últimas fechas del campeonata para burlar la Intermedia 2019.

Con la salida de Santaní (1,120) de la zona roja del descenso, por el momento los más comprometidos con perder la categoría son: Sportivo Luqueño (1,110) y 3 de Febrero (0,897).

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La historia de Trinidense más allá del fútbol

Por Christian Pérez

Sportivo Trinidense está muy cerca de hacer historia en el fútbol paraguayo. Es uno de los equipos del ascenso que sobreviven en la Copa Paraguay y con una victoria más, podría clasificar a la Sudamericana del 2019.

Como en todos los equipos, en Trinidense, terminó la Intermedia y culminaron los contratos, premios y todo el vínculo de los jugadores con sus club, a excepción de algunos que otros jugadores que son de la casa. El equipo de Santísima Trinidad viene cumpliendo como puede y con sinceridad absoluta con su plantel.

Los jugadores solamente reciben un viático semanal y recibirán un gran premio, si logran quedarse con el cupo de la Sudamericana que ofrece la Copa Paraguay.

Los dos equipos del ascenso que sobreviven a la Copa Paraguay, son Trinidense y Resistencia. El primero mide a un Luqueño en crisis, que tiene como prioridad absoluta el Clausura, y los de la Chacarita enfrentan a Sol de América, también con el sueño gigante de ser equipo internacional.

De ganar, y esperar una “ayudita” de Sol de América, “Triqui” estaría asegurando un cupo internacional y la posibilidad de embolsar más de 400 mil dólares (premio por jugar la primera fase de la Sudamericana).

Evidentemente para los muchachos de “Triqui”, vivir del fútbol es imposible, al menos para la mayoría. Los jugadores se las ingenian para sobrevivir en esta época en el que ya no hay contratos, no existen premios y aún así deben entrenar y preparase para los cuartos de final de la Copa Paraguay.

Desde VERSUS conversamos con prácticamente la totalidad del plantel que quedó a hacer “el aguante”. Algunos futbolistas decidieron abandonar, para ir a jugar en ligas del interior, donde gran parte de los jugadores de la Intermedia se refugian en la última parte del año.

Aquí te contamos qué hacen los jugadores de “Triqui” para sobrevivir, mientras siguen peleando por el sueño:

Arístides Florentín (arquero): El experimentado guardameta de 36 años reparte huevos él mismo a sus clientes. Decidió invertir en gallinas ponedoras. Está armando un galpón un Caaguazú junto a unos familiares. “Tengo ya algunos clientes fijos. Recorro por Luque, Capiatá y eso. Salva por ahora, tampoco tengo mucha ganancia, porque hace dos semanas que comencé”, confesó el ataja penales.

José Bogarín (arquero): El portero de alternativa de 28 años es licenciado en administración de empresas, pero el sueño de toda su vida es jugar al fútbol, por lo que no ejerce la profesión Los tiempos no le dan y sigue insistiendo con la redonda. “Boga” vende ropas y calzados deportivos a través de redes sociales. “Con eso me mantengo para los gastos diarios. La ganancia no es mucho, pero salva. Ofrezco por Facebook, estado de Whatsapp e Instagram Los amigos son los que más ayudan. Yo sé que Dios está haciendo camino para nosotros”, dice esperanzado el guardameta que ya tuvo experiencia en Primera.

Javier Núñez (lateral derecho): El defensor de 24 años se dedica exclusivamente al fútbol, pero cuenta que hace algunas actividades para cubrir su semana. “Tengo la ayuda de mi hermano por suerte, que es Víctor Ayala (jugador de Gimnasia y Esgrima La Plata). Pero los sábados suelo acompañar a mi mamá, que está metida en la organización de torneos de escuela de fútbol. Me quedo a cobrar entradas o cosas así y me da un 50 mil. Parece poco, pero ya da”, cuenta.

Claudio Núñez (zaguero): El defensor de 22 años es uno de los patrimonios activos del club que más cuidan. No pudimos contactar con él, pero es futbolista a tiempo completo.

Hee Mang Yang (zaguero): El defensor surcoreano de 26 años y 1.91 metros de estatura, sobrevive con lo que le da el club, el agente que lo representa y según pudimos averiguar, es de una familia pudiente de Corea. Su agente, Derlis Maidana contó que no le falta nada: “Le alquilo un departamento. Tenía un sueldo con Trinidense, pero su contrato ya terminó. No suele pedir mucho, pero lo que él necesita a veces me dice”, comentó.

Cristhian Morro (lateral izquierdo): El defensor de 20 años vive con sus padres y además con lo que recibe de viático del club, ayuda a sus padres a atender un negocio (bodega) familiar.

Marcelo Villamayor (lateral izquierdo): El defensor de 21 años es oriundo de Paso Yobái (Guariá) y está viviendo con su hermano. Contó que vende celulares por redes sociales y cosas así para “estirar el carro”. “Por hendyla (un grupo de ventas en  Facebook) y eso vendemos. Ayuda bastante”, confesó.

Arturo Aquino (lateral izquierdo): Es uno de los más experimentados del plantel y con mucho recorrido en el fútbol. El defensor de 35 años dijo que supo invertir en su momento en inmuebles y tiene varias casas en alquiler. “Nunca me fui por vehículos de la lujo, porque sabía que el fútbol no es para siempre”, señaló.

Claudio Rafael Vargas (zaguero): El defensor de 21 años es futbolista a tiempo completo. Contó que como es soltero y vive con sus padres, con el viático del club y la ayuda de su hermano Claudio Vargas (ex Olimpia y Libertad, ahora en Independiente), no le falta nada.

Juan González (mediocampista): Con 19 años, es un de los más jóvenes del plantel. Está estudiando para ser DT de fútbol en la ENEF y armó una huerta con su padre en el fondo de su casa. “Mi gente me ayuda bastante. Terminó el campeonato y le dije a mi papá que algo había que armar. después de venir de la práctica, vengo directo a trabajar ahí”, comentó. Como muchos, González se maneja en bus y no gasta demasiado en movilidad, contó.

Eduardo Aveiro (mediocampista): Experimentado volante de 32 años, con varios ascensos en el fútbol paraguayo. Tiene un negocio en su casa y también vende ropas deportivas a compañeros, amigos y conocidos, comentó. Tengo un almacén, eso me salva todo. Vendo además ropas deportivas, bajo pedido”, señaló.

Vladimir Marín (mediocampista): El volante zurdo colombiano de 39 años, es el alma de Trinidense. Con su gran recorrido, es uno de los que menos necesita económicamente. No pudimos contactar con él, pero se sabe que tiene varios emprendimientos, una escuela de fútbol entre ellos.

Blas Irala (mediocampista): Uno de los líderes del equipo. El volante de 35 años llega todos los días desde Piribebuy (75 kilómetros), para entrenar en el estadio Martín Torres. Blas cría gallinas para la venta y tiene un pequeño campo con ganado con algunos parientes. “'Hendy' (complicado), pero estamos firmes ahí. Tenemos un campo, criamos solamente gallinas y vacas. Mi suegro tiene carnicería y la idea es vender”.

Gustavo Legal (mediocampista ofensivo): El enganche de 22 años es de Ciudad del Este y vive actualmente en Luque. Se dedica al fútbol solamente y es ayudado por sus padres, además de lo que le da el club.

Nicolás Grasso (mediocampista ofensivo): El volante de 19 años sobrevive con lo que le da el club y sus familiares, aseguró. Le falta terminar el colegio y es su objetivo inmediato. “Por el fútbol me faltó terminar el último año, pero en el 2019 voy a terminar con seguridad”, indicó.

Richard Salinas (delantero): El atacante de 23 años llega desde Guarambaré todos los días. No pudimos contactar con él, pero se dedica solamente al fútbol, gracias a lo que le da el club y la ayuda de su agente.

Jorge González (delantero): El goleador de 26 años sobrevive con lo que le da el club (viático), más la ayuda que le da mensualmente su agente.“Anteriormene en época de Intermedia, todos iban en sus vehículos. Ahora, para ahorrar, nos juntamos entre varios compañeros y vamos en un solo vehículo”.

Trinidense viene de un año milagroso. Se salvó de descender en el último minuto ante el clásico rival, Rubio Ñu. Si “Triqui” perdía ese juego, iba a la Primera B, pero remontó un 1-4 en cinco minutos. Terminó igualando 4-4 y luego ganó todos los juegos que tenía que hacerlo y se salvó en la última jornada.

En la Copa Paraguay dio batacazos. Le ganó a Olimpia en penales, le dio el rótulo de “mejor eliminado” y luego “borró” a Nacional en octavos de final.

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Un paraguayo de 80 años sigue jugando al fútbol

Leonardo Bogado, un paraguayo que ayer martes 6 de noviembre cumplió 80 años de edad, fue homenajeado por seguir jugando al fútbol, demostrando el verdadero amor al deporte rey. El reconocimiento fue por parte de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF).

"Yo sigo corriendo como si tuviese 15 años. Lo disfruto minuto a minuto", expresó.

El citado hombre jugó hasta la edad de 40 años como deportista profesional, llegó a integrar el equipo de la reserva de Guaraní, luego también pasó por el conjunto de Sport Colombia, además del combinado del 3 de Mayo de la Liga Fernandina y varios clubes del interior.

"De chico jugué a la pelota y a la par trabajaba en construcción con mi papá. Y cada vez que iba a chutar mi rostro se llenaba de felicidad. Viví grandes satisfacciones como también tristezas, pero eso es lo lindo de este deporte. Este amor sigue y seguirá hasta el último día", relató Don Bogado

"El fútbol me da la vida. Voy a seguir jugando hasta que Dios diga basta. Es mi única pasión"

Seguidamente, expresó que cuando lo ven jugando -en los diferentes torneos en donde va- nadie cree que lo hace coo 80 años edad, pero sí, "nací el 6 de noviembre de 1938 en el barrio Pinozá de Asunción", reiteró.

Finalmente, dijo que el fútbol le da la vida. "Voy a seguir jugando hasta que Dios diga basta. Es mi única pasión", sentenció.

Entrevista: Diario Crónica.

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