Madrid ya palpita la superfinal entre River y Boca

Rivales históricos del fútbol argentino, River Plate y Boca Juniors pugnarán hoy por coronarse como campeones de Sudamérica en un Madrid blindado, escenario accidental de esta final marcada por la violencia ocurrida en Buenos Aires.

En el emblemático estadio Santiago Bernabéu, con unas tribunas copadas de argentinos llegados de todo el mundo, los equipos de Marcelo Gallardo y Guillermo Barros Schelotto buscarán desequilibrar el 2-2 registrado en la Bombonera en el ya lejano partido de ida del 11 de noviembre.

En juego está la consecución de la Copa Libertadores --la séptima de Boca y la cuarta de River-- ante el eterno rival pero también la clasificación para el Mundial de Clubes que se disputará del 12 al 22 diciembre en Emiratos Árabes.

Sin embargo, la vertiente deportiva de la bautizada como "final del siglo" pasó a un segundo plano cuando un grupo de hinchas radicales de River atacaron con piedras y gases lacrimógenos el autobús de Boca a su llegada al estadio Monumental, hiriendo a dos de ellos.

El encuentro fue primero aplazado, después suspendido y finalmente desplazado a Madrid en una controvertida decisión de la CONMEBOL que disgustó tanto a River, que perdió la localía, como a Boca, que exigió en vano la victoria en los despachos.

Onces inciertos

Instalados en la capital española desde mediados de semana, ambos planteles prepararon con suma discreción el encuentro, insistiendo tanto unos como otros en la necesidad de centrarse en el juego y dejar atrás la polémica.

En terreno neutral y con un empate en la ida, sin valor extra de los goles a domicilio, el partido será "muy trabado, muy luchado (...) probablemente no se vea lo mejor de uno ni lo mejor del otro", pronosticó el técnico xeneize Guillermo Barros.

El aplazamiento le permitió recuperar al talentoso atacante Cristian Pavón, lesionado en la Bombonera, con lo que podría optar por jugar con Darío Benedetto y Ramón Ábila en punta o con tres delanteros como venía haciendo durante todo el torneo.

Del lado "millonario", las opciones ofensivas son más escasas: Gallardo, sancionado para el encuentro, no podrá contar con el colombiano Rafael Santos Borré por acumulación de tarjetas, ni probablemente con el lesionado Ignacio Scocco.

En una especie de ensayo de las futuras finales de la Libertadores, que se jugarán a partido único, en el estadio convivirán la hinchada de River y Boca, en tribunas opuestas del Bernabéu, adonde quieren llevar el ambiente de las canchas argentinas.

El sábado ya brindaron un último aliento a sus jugadores, con sendos banderazos que llenaron de ruidosos cánticos y color las calles de la capital española.

Entre la multitud había residentes en España o llegados de otras partes del mundo y de la misma Argentina, donde más de 5.000 aficionados hicieron un notable esfuerzo para comprar un boleto y viajar hasta la capital española.

Ante esta masiva peregrinación a Madrid y después de los incidentes de Buenos Aires, el dispositivo de seguridad será excepcional, superior al de la final de la Champions de 2010 disputada en esta ciudad o al de un clásico Real Madrid-Barça.

Se desplegarán más de 4.000 policías y agentes privados, que prestarán especial atención a la llegada de barras bravas, y los hinchas deberán pasar tres controles para acceder al estadio.

Además, se habilitarán zonas separadas para reunir a los hinchas de Boca y River antes y después del encuentro, en los festejos del título, los dos momentos más temidos por las autoridades.

El objetivo: que la final más esperada del fútbol argentino tenga un "cierre digno", en palabras del entrenador rosarino del Real Madrid Santiago Solari.

Aunque siempre quedará la incógnita de qué hubiera pasado si la violencia no hubiera interferido en el deporte y la final del siglo no hubiera salido nunca de Buenos Aires.

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El Cruz Azul de Pablo Aguilar es finalista en México

El Cruz Azul se clasificó a la final del torneo Apertura-2018 de fútbol mexicano al vencer 1-0 al Monterrey en el partido de vuelta de su semifinal. En el equipo cementero fue titular el defensor paraguayo Pablo Aguilar, mientras que en el conjunto regiomontano fue titular el mediocampista Celso Ortiz, que se queda en las puertas de una definición.

El equipo celeste dejó ir su primera oportunidad al minuto 15 cuando el argentino Milton Caraglio se lanzó en el área para conectar un remate de cabeza que se fue a un lado del poste.

Al 36, Cruz Azul tuvo un penalti a favor y Caraglio lo falló con un cobro por encima del arco.

El delantero celeste se sacó las dos espinas al 55. Adrián Aldrete mandó un disparo a unos 30 metros del arco, el portero argentino Marcelo Barovero rechazó y Caraglio aprovechó el rebote para anotar el 1-0.

Cruz Azul desaprovechó la ocasión de asegurar el pase a la final sin más sufrimiento al 88 cuando atacó en un contragolpe que el uruguayo Martín Cauteruccio finalizó con un disparo por encima del larguero.

El marcador global de la eliminatoria terminó 1-1 y el Cruz Azul, que fue líder, avanzó por su mejor posición en la tabla de la fase regular; Monterrey fue quinto.

La otra semifinal se jugará el domingo en el estadio Azteca. El América llega con la ventaja de haber empatado 1-1 como visitante en el partido de ida con los Pumas.

Para avanzar a la final, los felinos universitarios deben ganar el juego de vuelta o empatarlo a partir del 2-2.

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Llegó hace dos años, vio y venció: Tata' Martino, rey de Atlanta

El técnico argentino Gerardo Martino inscribió este sábado con letras de oro su nombre en la historia de Atlanta al dar el título de la Major League Soccer al United local al vencer 2-0 en la final al Portland Timbers del DT venezolano Giovanni Savarese.

Con goles del vinotinto Josef Martínez (39) en la primera mitad y del albiceleste Franco Escobar (54) en la segunda, el 'Tata' hizo historia al ganar el título en el segundo año de vida del Atlanta y en su último juego como su entrenador antes de sentarse, según dan por hecho los medios estadounidenses y mexicanos, en el banco del Tri.

"Si uno tuviera que elegir la manera de dejar un lugar, esta sería la mejor de todas. Sobre todo porque lo había comunicado antes y nada tenía que ver con la decisión final. Esta es una manera que me gusta de irme de un lugar", señaló exultante Martino en conferencia de prensa.

Con 73.019 personas en las gradas, todo un récord en la MLS, el United acudía como favorito al jugar en casa después de haber sido el segundo mejor equipo de la liga, pero Portland había avanzado hasta la última instancia eliminando a sus tres rivales previos en playoffs como visitante.

Martino, tras quedarse a las puertas con Paraguay, el Barcelona y la selección argentina, pudo por fin ganar una final.

"La ganamos, sienta bien. Hacía bastante tiempo, desde 2013 con Newell's y otra con Barcelona (la Supercopa de España) y ahora esta. Después de varias decepciones, sobre todo con esas dos Copas América (con Argentina en 2015 y 2016)", señaló el 'Tata'.

Llegó hace dos años, vio y venció. Deja el Atlanta por la puerta grande. Y no será el único. Porque la fiesta servirá también como despedida de varios de sus puntales, con Almirón y Martínez en la agenda de varios grandes clubes de Europa.

Pero este sábado dio igual. Se trataba de celebrar un título que, para Atlanta, tardó 23 años en llegar. Y que Martino se lo sirvió en bandeja.

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