Entredichos, caprichos, peleas, todos los adjetivos podrán encontrarse para calificar o descalificar a la dirigencia del Sportivo Luqueño, que a menos de dos semanas para el inicio de una nueva temporada, tiene un presente muy oscuro y posibilidades de ir a peor.
Luego de una grosera pero realista protesta, los jugadores pudieron percibir sus salarios con la ayuda del gremio de Futbolistas Asociados del Paraguay (FAP).
Inadmisible e incomprensible actitud de los dirigentes auriazules quienes se llamaron a silencio y nadie dio la cara para afrontar el problema.
Y si los jugadores pudieron dar la cara y pelear por lo que consideran de forma legal lo que es suyo, nadie sabe con certeza en qué condiciones podrían estar los muchos funcionarios que trabajan en la entidad, para que la misma pueda tener un funcionamiento administrativo.
A estos, el silencio los acompaña, pues nadie conoce la realidad que podrían estar padeciendo. Tener un final de año con las manos vacías a pesar de trabajo desarrollado durante la temporada, sería muy molestoso.
Celso Catalino Cáceres es uno los candidatos a asumir la presidencia del Club Sportivo Luqueño, pero sería importante saber si tendrá el acompañamiento para levantar a una institución que a esta actualidad va a la deriva.
También Hugo Daniel Rodríguez, por el Movimiento República de Luque hizo oficial su candidatura a la presidencia.
Habrá pugna electoral en el Sportivo Luqueño, lo que indica que la masa societaria va dividida a la asamblea.
El experimentado Nelson Cabrera se despidió vía redes de la entidad. Tan solo esperó el momento de la finalización de su vínculo para poner pie en polvorosa, pues seguro nadie conoce que pasará a futuro.
El defensor no esperó siquiera recibir alguna propuesta de continuidad, pues cerró esa posibilidad ya a sabiendas de lo que uno padece dentro de la entidad.
Lamentable, pero lo peor es que el final de esta historia nadie la conoce. Hasta la realización de la asamblea para la renovación de autoridades todo seguirá en penumbras y, lo peor es saber es el futuro que depara a los jugadores que siguen teniendo contrato que los liga a la entidad.
En dos semanas debe arrancar la pretemporada, pero no existe certeza si será con nuevo técnico, con qué plantel contar y una reforma del estadio que a estas alturas quedó abandonada a su suerte.
La estrella de Belén, quizá eche luz a la nueva directiva que buscará iluminar una nueva etapa de transformación que necesita imperiosamente la República de Luque.