Decepcionante debut en todos los aspectos. Paraguay falló de entrada y complica todas sus chances en la Copa América. La Albirroja ganaba 2-0, pero siempre con complicaciones y no pudo sostener el ritmo de Catar, que empató y hasta pudo haber ganado.
De ahora en más todo se complica. Paraguay no pudo ganar el partido "accesible" en teoría y condena gran parte de su suerte en la Copa América. Ahora tendrá que ganarle a la Argentina o a Colombia.
Paraguay tuvo un primer tiempo muy precario. Aprovechó el ímpetu de los primeros minutos y luego perdió casi toda la posesión del balón, ante un rival que mostró demasiadas virtudes y mostró el carnet de campeón asiático.
Eduardo Berizzo renunció a su sistema predilecto y se jugó por dos volantes más retrasados, que fueron sobrepasados completamente. Sobre Ortiz y Rojas, los volantes encargados de recuperar y destruir, estuvieron Cecilio, Almirón y Pérez. Los tres, muy por debajo de los niveles esperados,
Catar dominó gran parte de la etapa inicial. La velocidad de Almoez y las llegadas permanentes del corpulento Mohamed, complicaron en demasía. Por merecimientos, el cuadro asiático estuvo cerca de empatar, pero le faltó viveza y olvidar la inocencia característica de los asiáticos.
Paraguay tuvo contragolpes para aprovechar mejor, pero tanto “Miggy” como Cecilio, siempre decidieron mal. Almirón no encontró la pausa necesaria y Domínguez una vez más abusó del egoísmo.
Gatito Fernández apareció en momentos claves y fue determinante para sostener el 1-0, que siendo muy realista, era demasiado premio para la Albirroja, a quien se le perdió la pelota y el mediosector ya no aguantaba las embestidas y velocidad descomunal de Ali, Alhaydos Afif.
El portero albirrojo, quien jugaba de local, tapó una pelota increíble con el pecho, sacándole el gol a Mohamed y solucionó un grave error de Almirón en la salida.
En la complementaria todo cambió y merced a una variante estratégica de hombre y táctica. Derlis González fue el hombre que revolucionó la Albirroja y le dio otra cara. Claro, Paraguay se paró diferente en el medio y eso le dio mayor solidez para que no pase lo del primer tiempo.
Apenas de inicio generó lo que pudo haber sido el segundo gol de “Tacuara”. De hecho, se festejó con todo, pero el VAR hizo su aparición y anuló la conquista, por un off side previo de Derlis.
Pero tres minutos después, Almirón trasladó desde campo albirrojo, condujo mostrando lo que mejor sabe y cedió al medio para que Derlis González clave un derechazo al ángulo superior izquierdo de Alsheeb.
Tranquilizador desde donde se mire. Paraguay solucionó por un momento su problema de perder tanto el balón por los costados, pero por el medio seguían las dudas.
Catar se tomó una pausa para luego arrollar nuevamente con velocidad en los últimos 25 minutos.
A los 67’, ante la tremenda pasividad de Paraguay en el mediosector, Ali Almoez, la estrella de los asiáticos, clavó un gol extraordinario desde la entrada del área.
Pasaban los minutos y el miedo comenzó a apoderarse de la Albirroja, que le falta madurez psicológica para manejar ciertos momentos del partido.
La velocidad de la selección invitada a Sudamérica fue extraordinaria y Paraguay no le encontraba la vuelta. Berizzo tardó en cambiar y fortalecer el mediocampo central, que ya no retenía las paredes de los cataríes.
A los 76 minutos, una jugada colectiva de colección de los asiáticos, terminó en un casi gol de Afif, que fue completado por Rodrigo Rojas, quien desesperado no pudo sacar el balón.
El 2-2 fue un baldazo de agua fría y ahora el miedo era no perder. La moral de Paraguay se vino abajo totalmente. Los cambios del DT albirrojo ya fueron desesperados y los contragolpes de Catar estuvieron más cerca del tercero, que los intentos casi sin sentido de la Albirroja.
Paraguay ahora deberá tratar de hacer el "milagro" de ganarle a la Argentina de Messi, que tampoco viene bien o a Colombia, que se paseó ante la Albiceleste en el debut.
