Sol de América explicó su decisión de integrar la lista de 53 clubes que firmaron la denuncia presentada contra Cerro Porteño, por supuestos hechos de ofensas al honor y la deportividad e incitación a la violencia, respecto a los incidentes ocurridos en el encuentro Cerro Porteño-San Lorenzo, que tuvo lugar el pasado 1 de mayo, en la Nueva Olla.
"Cerro Porteño es un club amigo, pero solo queremos que se aclare todos los hechos que ocurrieron, desde el gol fantasma hasta lo que pasó frente a la casa de Robert Harrison, presidente de la APF", expresó -en contacto con la radioemisora 970 AM- Miguel Figueredo, presidente de Sol de América.
Sostuvo que por este suceso, existe la intención de firmar un formulario de integridad con las casas de apuestas.
"Hay que investigar si no hubo una motivación extra en el gol fantasma", sentenció.
Antecedentes
El partido Cerro Porteño-San Lorenzo concluyó en medio de un bochornoso espectáculo. En aquella oportunidad, el cuarteto arbitral fue agredido en los pasillos que llevan al vestuario. Allí estuvieron personas que no debieron estar nunca, como dirigentes, auxiliares, utileros, médicos de inferiores e incluso aficionados, quienes agredieron a los árbitros e incluso fueron contra jugadores del Rayadito.
Luego del partido hubo declaraciones de grueso calibre contra el presidente Robert Harrison y la propia APF. Los cuatro árbitros fueron sancionados tras el “gol fantasma”.
El sumario es contra el presidente azulgrana Raúl Zapag y el secretario del club Ariel Martínez, a quienes corren traslado, como también al club Cerro Porteño, para que ejerzan sus derechos de defensa, dentro del plazo establecido, si así lo consideran.
Asimismo, el Tribunal puso a disposición de los dirigentes mencionados, la denuncia en la que se incorporan las pruebas ofrecidas por los denunciantes. Para seguir con el sumario se confirmó que los jueces serán los doctores Raúl Prono, César Diesel, Evert Esquivel, Manuel Fiador, Raúl Sapena, Diosnel Rodríguez y Silvino Benítez.
La directiva azulgrana prefirió no dar declaraciones hasta recibir y acceder a las documentaciones correspondientes.