Compenetrado muy íntimamente con el sentimiento azulgrana tras dirigir a Cerro durante las temporadas 1991-1992 y 1993-1994, el entrenador brasileño Paulo César Carpegiani manifestó su impresión de cara al duelo que esta noche pondrá al popular club de barrio Obrero ante al campeón vigente de la Copa Conmebol Libertadores, River Plate de Argentina, por el juego de ida de cuartos de final.
En conversación con la 650 AM de nuestro país, Carpegiani expresó un sentimiento muy íntimo de cara a este duelo; “Soy hincha de Cerro, espero que todo le salga bien, hoy soy un ‘torcedor’. Será un gran juego. Creo que toda Asunción vive con esa ansiedad y expectativa”
El cuanto al planteamiento que el Ciclón deberá aplicar en Buenos Aires, el extécnico azulgrana dijo; “Cerro es un gran adversario, tendrá que atacar, intentar vencer porque en el campo de River la situación es bastante difícil pero no imposible. Sabemos que es un partido muy importante. Ojalá Cerro consiga pasar adelante”.
Acerca de las posibilidades de Cerro por pasar de fase, manifestó; ”Tiene todas las condiciones porque es un equipo tradicional del fútbol sudamericano. Hay que jugar con mucha inteligencia y tranquilidad. Con el apoyo de sus hinchas cro que podrá lograr pasar”.
También recordó su paso por la institución azulgrana; “Tuve la oportunidad de tener en ese momento grandes jugadores. Siempre intenté ser sincero con ellos. Estoy eternamente agradecido, la campaña fue con ellos. Es una época muy linda que pasé en mi vida y que guardo como buenos momentos, siempre lo recuerdo”.
La situación actual de Cerro en la Copa Libertadores motivó gratos recuerdos a Carpegiani, “Siempre intentó formar buenos equipos para cumplir el sueño de ganar la Copa Libertadores. Comparando con aquella época, hoy River está mejor”.
Antes de despedirse alabó la actual Olla Azulgrana; “No conozco el nuevo estadio de Cerro pero veo por televisión, cuando está lleno es un espectáculo fantástico".
El jugador argentino Emanuel Reynoso marcó anoche un tremendo golazo de tiro libre en la goleada de Boca Juniors por 0-3 ante la Liga de Quito, juego que tuvo lugar en el estadio Casa Blanca, por los "cuartos" de la Copa Conmebol Libertadores 2019.
Con ese tanto, Reynoso rompió una marca que tenia el jugador Federico Carrizo, actualmente en Cerro Porteño.
El soberbio tiro libre de Emanuel Reynoso, a los 47 minutos del segundo tiempo, es el primer gol de falta directa de conjunto "Xeneize" en la competencia de la Copa Libertadores desde el 10 de marzo del 2016, cuando el "Pachi" convirtió para Boca Juniors ante Bolívar, duelo que tuvo lugar en la altura de La Paz.
El mencionado dato fue compartido por el conocido estadista MisterChip.
Con un planteamiento muy defensivo, el Inter buscó el empate desde el inicio para intentar solventar la eliminatoria en Porto Alegre la semana que viene, aunque el oportunismo de Bruno Henrique acabó con su estrategia y obliga al conjunto gaúcho a tener una noche épica en el Beira-Rio para avanzar a las semifinales.
Dominio claro flamenguista
Como era de esperar, el Flamengo se hizo con la posesión del balón desde el primer minuto.
Empujado por los más de 66.000 espectadores que llenaron el mítico Maracaná, los hombres que dirige el portugués Jorge Jesús buscaron en todo momento el gol, aunque se encontraron con un Inter muy bien plantado en el terreno de juego.
El conjunto de Porto Alegre apenas dejó espacios en defensa y su trío de volantes (Lindoso, Patrick y Edenílson), de perfil físico y trabajador, no dejaron pensar a los tres cerebros flamenguistas: los mediapuntas Everton Ribeiro, De Arrascaeta y Bruno Henrique.
Por contra, el esquema defensivo planteado por Odair Hellmann hizo que los veteranos Paolo Guerrero, Andrés D'Alessandro y Rafael Sobis, los tres hombres más avanzados del Inter, apenas se dejaran ver en la primera mitad.
Un cabezazo de Rodrigo Caio y un disparo desde fuera del área de Bruno Henrique fueron los primeros avisos del Flamengo antes de los 20 minutos.
El equipo carioca buscó en exceso entrar por el centro de la defensa colorada, algo que facilitó el buen trabajo defensivo del Inter.
Defensa impecable
La pareja de centrales formada por Rodrigo Moledo y el argentino Víctor Cuesta fueron los grandes baluartes defensivos del Inter y anularon al hombre gol flamenguista, Gabriel Barbosa 'Gabigol'.
Precisamente Gabigol tuvo la mejor oportunidad en la primera mitad justo antes del descanso, cuando recibió un pase dentro del área de Everton Ribeiro.
Cuando se disponía a disparar, sin oposición, Rodrigo Moledo llegó a poner el pie y desvió ligeramente el balón, que acabó a las manos de Marcelo Lomba.
Los cambios, decisivos
En la segunda mitad, el Internacional continuó con su esquema defensivo, aunque los cambios acabaron condicionando el partido.
En el descanso, Jorge Jesús quitó a un desafortunado De Arrascaeta para dar entrada a Gérson, quien le dio otro aire al ataque flamenguista, mientras que en el Inter, el veloz Wellington Silva y Nico López entraron en el lugar de Sobis y D'Alessandro respectivamente.
Con los cambios, el Inter ganó más movilidad en ataque y lo acabó pagando.
En el minuto 75, cuando Bruno Henrique intentaba entrar en el área, Vítor Cuesta se lanzó al suelo para quitarle el balón, con éxito, aunque Gerson, muy atento, recogió la pelota en la banda derecha y se la devolvió al nuevo internacional brasileño, que ante los ojos del seleccionador Tite, presente en el estadio, abrió el marcador.
Cuatro minutos más tarde, con el Inter descolocado, Gabigol asistió a Bruno Henrique en la media luna, y el delantero se deshizo de la marca y cruzó el balón ante la salida de Lomba.
Con el 2-0 en contra, el Inter se fue al ataque y tuvo sus mejores momentos en el partido, aunque las prisas para recortar distancias acabaron jugando en su contra.
En el descuento, Nico López tuvo la mejor ocasión del Internacional en todo el partido, aunque su disparo, tras una buena jugada personal, salió fuera por muy poco.
Con el resultado, el Inter necesitará una hazaña el miércoles que viene en casa para acceder a semifinales, mientras que el Flamengo puede incluso perder por un gol, o dos, siempre que marque, para acceder a la penúltima fase del torneo.
