Taylor Swift cantó, bailó, bebió y sufrió hasta el último segundo en el palco de Las Vegas hasta festejar en el campo con su pareja Travis Kelce la victoria de los Kansas City Chiefs en el Super Bowl del domingo.
La cantante, un fenómeno que sobrepasa las fronteras de la música, fue también protagonista del mayor espectáculo del deporte estadounidense, en el que los Chiefs revalidaron su condición de campeones de la NFL al vencer 25-22 a los San Francisco 49ers en una taquicárdica prórroga.
Acompañada en el palco de una colección de amigas y famosos, Swift no se dejó uñas por morder hasta que el touchdown de Mecole Hardman a falta de tres segundos aseguraba el tercer título de los últimos cinco años a los Chiefs.
Como en juegos anteriores, la artista bajó rápidamente al césped a abrazar y besar a Kelce, uno de los pilares de la dinastía de los Chiefs junto a Patrick Mahomes.
Era el momento más esperado por muchos aficionados que no solían seguir la liga de football americano (NFL) pero que se embarcaron en ella esta temporada para seguir el mediático romance.
La pareja vivió una semana de ensueño ya que Kelce, uno de los mejores jugadores en su posición de la historia, cumplió su promesa de estar a la altura de los éxitos de Swift en los pasados Grammys, en los que se erigió en la artista con más premios al Álbum del Año.
"¡Viva Las Vegas!", cantó un emocionado Kelce sin apenas voz al recoger el trofeo en el podio, ante una media sonrisa de perplejidad de Swift.
- Bailes, abrazos y vasos vacíos -
La diva del pop consiguió volar a tiempo a Estados Unidos después de actuar el sábado en Tokio en uno de los últimos conciertos de su gira 'The Eras Tour'.
Con un atuendo oscuro y una chaqueta roja de los Chiefs al hombro, la artista llegó al Allegiant Stadium acompañada de la rapera Ice Spice y la actriz Blake Lively.
Swift lució también un collar de oro con el número 87 de Kelce, que en ese momento calentaba con sus compañeros en el césped.
Al inicio del juego, la cantante ya estaba acomodada en un palco de lujo junto a Lively, Spice y la familia de Kelce: sus padres Donna y Ed y su hermano Jason, jugador de los Philadelphia Eagles.
Con planos regulares en las pantallas gigantes y la televisión, Swift concentró la mayor atención de la habitual constelación de estrellas que acudió al primer Super Bowl en la capital del juego, incluidos el basquetbolista LeBron James, los músicos Paul McCartney y Jay-Z y el actor Leonardo di Caprio.
La cantante se levantaba de su asiento en cada acción de los Chiefs, que comenzaron el juego con una desventaja de 0-10 y errando claras oportunidades.
Kelce, que había asegurado que no le pesaba la atención global por su noviazgo con Swift, enloquecía en la banda gritando y agarrando del brazo a su veterano entrenador Andy Reid.
Mientras cundían los nervios entre los vigentes campeones, el público ovacionaba a Swift cuando apareció en las pantallas bebiendo durante varios segundos hasta bajar de golpe el vaso vacío.
En la segunda mitad, la cantante ya pudo celebrar jugadas importantes de su novio para unos Chiefs que lograron remontar el marcador hasta forzar la prórroga y batir en los últimos segundos a los poderosos 49ers.
- Mensaje de Trump -
Entre las muchas dimensiones del protagonismo de Swift en este Super Bowl estuvo también una trama política relacionada con las elecciones presidenciales de noviembre.
La relación entre la cantante y el jugador fue objeto de teorías conspirativas de voces de la derecha que afirman que forma parte de un complot para influir en los comicios y que culminaría con un triunfo el domingo de Kansas City y un apoyo público de Swift a Joe Biden.
El expresidente Donald Trump, probable candidato republicano, se refirió a la cantante el domingo afirmando que cualquier apoyo de Swift a Biden sería "desleal", dado que su gobierno impulsó una legislación de derechos de autor en 2018 que se considera ampliamente beneficiosa para los artistas.
"Joe Biden no hizo nada por Taylor, y nunca lo hará", escribió Trump en su red Truth Social. "No hay manera de que ella pudiera apoyar al corrupto Joe Biden, el peor y más corrupto Presidente en la Historia de nuestro País, y ser desleal con el hombre que le hizo ganar tanto dinero".
"Aparte de eso, me gusta su novio, Travis, aunque puede que sea un liberal y probablemente no me soporte", agregó.
Las Vegas, Estados Unidos | AFP