Por Oscar Distéfano
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Aprovechando la paralización total del fútbol paraguayo en tiempo de pandemia y hurgando en el pasado de nuestro fútbol a través de FanSport, me encontré con una peculiar historia pérdida de un exitoso futbolista paraguayo, ídolo máximo hasta nuestros días del SSC Napoli, de Italia, que VERSUS pone a consideración de sus lectores.
Se trata de Attila Sallustro D'Amato, quien nació en Asunción el 15 de noviembre de 1908, hijo de los inmigrantes italianos Gaetano Sallustro y Anna D'Amato, que llegaron a nuestro país en 1899 y que se instalaron en nuestra capital, donde instalaron una farmacia y una joyería, respectivamente.
Como miembro de una familia muy numerosa, ya que tuvo ocho hermanos, Attila padeció de pequeño una rara enfermedad que le producía fiebre reumática, lo cual le impedía un normal desplazamiento al caminar, por lo cual a los 8 años empezó a patear balones por indicación médica.
Su viaje a Italia
Attila, junto con sus demás hermanos seguía sus estudios en Italia, situación por la cual cada cierto tiempo viajaban al país de sus padres, y que llegado el momento y con solo 12 años de edad, Attila siguió los pasos de los demás miembros de su familia.
Instalado en Italia, en la localidad conocida como Villa Comunale, en las cercanías de Napolés, Attila siguió jugando al fútbol y donde su exquisita técnica llamó muy pronto la atención del cazatalentos local, Mario de Palma.
Obnubilado por el talento del juvenil futbolista paraguayo, De Palma lo fichó al Internazionale Napoli, club donde debutó con tan solo 17 años de edad, y donde vivió la fusión de este club con otro, el Napolés, con lo cual su club pasó a llamarse Internaples.
Attila muy pronto deslumbró con su talento a los hinchas de su nuevo club, con el cual disputó los campeonatos del sur de Italia, y donde su fama rápidamente se extendió entre 1925 y 1926, temporada en la que destacó como goleador con un total de 10 goles en 13 partidos, a pesar de perder la final contra el Alba Roma.
Superando etapas
En 1926 dos hechos trascendentales marcarían la carrera del futbolista compatriota, el primero fue la creación de la División Nacional, predecesor de la actual Serie A del fútbol italiano, con la finalidad de unir en un mismo torneo a los clubes del norte y del sur de Italia.
Mientras que el segundo fue la decisión de la asamblea de socios del Internaples, que optó por cambiar el nombre del club para finalmente crear la Associazione Calcio Napoli (el actual SSC Napoli), donde el futbolista guaraní disputó un total de 11 temporadas y se ganó el mote de “Il Babbio” (El Ídolo).
Tras esta fusión, los dos primero años no le fue bien al Napoli debido a que por cuestiones económicas perdió varios jugadores, mientras que ya en la temporada 1928/29 mediante oportunas inversiones recuperó todo su potencial, y donde Attila Sallustro volvió a recuperar su brillo con 22 goles en 28 partidos.
En la temporada 29/30, el paraguayo marcó 13 goles; en la 30/31, 11 goles; en la 31/32, 12 goles; en la 32/33, 19 goles; en la 33/34, 5 goles; en la 34/35, 7 goles; en la 35/36, 8 goles y en la 36/37, 5 goles.
Sin embargo, Sallustro no llegó a consagrarse campeón con el SSC Napoli, ya que sus mejores resultados fueron dos terceros lugares en las temporadas 1932/33 y en 1933/34, en las cuales los hinchas napolitanos ya lo tenían al paraguayo como mito viviente. Sallustro jugó varios años más para el Napolí hasta que en 1938 y con 30 años de edad se retiró definitivamente del fútbol, ya vistiendo la casaca del Salernitana.
En el salón de la Fama
Sallustro es hasta la actualidad uno de los 10 futbolistas que más partidos vistió los colores del SSC Napoli con un total de 234, por lo cual ocupa un lugar de privilegio en el salón de la fama del club; siendo además uno de los máximos goleadores de la institución con 104 tantos, halago que lo comparte con el italiano Antonio Vojak y el argentino Diego Armando Maradona.
El duelo Sallustro-Meazza
Su ya larga estadía en Italia lo llevó a adoptar la nacionalidad italiana, con lo cual y gracias a sus espectaculares actuaciones en filas del Napoli, le permitieron ser convocado a la selección Azzurra. Esta situación desató un duelo muy especial con una de las más grandes leyendas del fútbol italiano, Giuseppe Meazza, ya que ambos jugaban en la misma posición.
Su debut en la Azzurra se dio el 1 de diciembre de 1929 contra Portugal, juego que tuvo lugar en la ciudad de Milán, donde Italia ganó por 6 goles contra 1; con un tanto del delantero italo-paraguayo, que lo convirtió en el primer jugador del Napoli en anotar con la camiseta italiana.
En Italia era tanta la rivalidad entre el norte y el sur del país que las disputas entre Sallustro y Meazza ya se registraban desde los encuentros entre el Napoli y el Inter/Ambrosiana, donde jugaba éste último. Según una de las tantas páginas web de los hinchas napolitanos, tras la inauguración del estadio para 35.000 personas del Napoli, Sallustro le ganó un duelo muy especial a Meazza marcando dos goles para la victoria final del cuadro local por 3 a 1.
Sallustro también logró imponerse a Meazza en otros enfrentamientos, que le sirvieron más bien como una revancha personal porque ya no llegó a tener otras oportunidades en la selección italiana, donde de hecho solo jugó en dos ocasiones.
Estadio "Attila Sallustro"
Su paso por el SSC Napoli quedó testimoniado con varios hechos muy valorados por los hinchas, como la de jugar gratis para el club, situación que le valió el regalo de un lujoso automóvil por parte del presidente del club napolitano.
A pesar del paso de los años, la popularidad del futbolista paraguayo jamás decayó entre los hinchas, a tal punto que en 1960 la comuna napolitana aprobó el cambio de nombre del estadio del SSC Napoli, que de San Paolo pasaría a llamarse Atilla Sallustro, acto que no prosperó por oposición del obispo de la ciudad, quién logró revertir la decisión.
Balón de Oro
Durante la celebración de los 80 años de vida institucional del SSC Napolí, en 2006, el club realizó un homenaje de reconocimiento y agradecimiento a sus más celebres jugadores, donde al exdelantero paraguayo se le hizo entrega de manera póstuma, el “Balón de Oro”.
Attila Sallustro D'Amato se retiró muy joven del fútbol, lo hizo poco tiempo antes de iniciarse la Segunda Guerra Mundial, luego se convirtió en entrenador y ocupó por poco tiempo ese cargo en los dos clubes donde militó. Sus últimos años los vivió como director del estadio San Paolo, donde permaneció hasta 1981. Falleció a los 74 años, el 28 de mayo de 1983, en Roma.
