De rojo y blanco, Zagreb recibe a sus subcampeones del mundo

Zagreb, Croacia | AFP.

Una ciudad vestida de rojo y blanco: sin abandonar la euforia pese a la derrota en la final del Mundial el domingo ante Francia (4-2), Zagreb recibía este lunes a la selección nacional de fútbol, de regreso al país tras el histórico subcampeonato en Rusia-2018.

"¡Levantad las manos! ¡Croaaaaacia!", grita un animador a la multitud mientras el avión de los jugadores, escoltado a la entrada en el espacio aéreo croata por dos Mig-21 de la Fuerza Aérea, sobrevuela poco después de las 15h00 locales (9:00 de Paraguay) la plaza Jelacic, donde decenas de miles de personas llevan horas reunidas, para ver de cerca a Luka Modric, Ivan Rakitic y compañía.

"¡Juega mi Croacia! ¡Cuando te veo, mi corazón se enciende!", canta la multitud, para matar el tiempo en la espera, haciendo ondear banderas al viento.

Muchos de los asistentes visten camisetas con los característicos cuadros rojos y blancos.

En las pantallas situadas en el lugar, los hinchas pueden ver la llegada del equipo a suelo croata tras su aventura rusa.

Tras pasar por un arco de agua preparado por los bomberos del aeropuerto Franjo Tudjman, llega el desembarque del aparato.

En las pantallas se ve a Modric en la pasarela del avión y la multitud que le espera en la plaza central de Zagreb lo celebra. El animador grita "Luka..." y el resto termina con un atronador "¡Modric!". Igual con "Mario... ¡Mandzukic!" o "Dejan... ¡Lovren!".

Más de 100.000 personas se reunían el lunes en las calles del centro de Zagreb para participar en la gran bienvenida a los 'Vatreni', según la prensa local. Muchos esperando varias horas, pese al calor.

Los transportes eran gratuitos durante todo el día para facilitar el traslado de los aficionados.

Los habitantes de Zagreb no recordaban una reunión en la calle de estas dimensiones desde una manifestación contra Tudjman en 1996 o desde el regreso al país del general Ante Gotovina, absuelto por el Tribunal Penal Internacional de La Haya en 2012 y considerado por los croatas como un héroe de la guerra de independencia contra las fuerzas serbias (1991-1995).

En los edificios de la plaza de estilo austro-húngaro lucían grandes banderas del país, para terminar de dar más ambiente a la gran fiesta de recibimiento.

Niños, ancianos, habitantes del lugar o venidos incluso desde el extranjero: el clima era festivo, con todo un pueblo con ganas de celebración pese a no haber podido levantar el trofeo.

"Un episodio increíble"

"Así amamos a Croacia", se leía en una pancarta. "Somos pocos, pero creímos y eso basta", decía otra.

"Decidí cerrar mi consultorio hoy para recibir a nuestros héroes", explica Sanja Klajic, una doctora. "Puse un cartel que decía: En este 16 de julio de 2018, cerrado por nuestros Vatreni", cuenta.

"Vimos un episodio increíble de nuestra historia. Tenía que estar como fuera en Zagreb para festejar con nuestros chicos", se entusiasma Jure Pavlicic, de 47 años, venido desde Vinkovci (este del país) para esta ocasión.

Los jugadores iban a llegar a la plaza desde el aeropuerto en un autobús descubierto y tenía por momentos problemas para hacerse paso ante la marea humana en el recorrido.

"Ven aquí, es mejor sitio", dice una mujer a una amiga en una de las calles por las que el autobús acababa de pasar camino de la plaza principal de Zagreb.

"En cien años se hablará todavía de lo logrado por estos jóvenes", se enorgullece Jure, una jubilada de 67 años.

Comentarios


Francia espera a sus héroes tras la victoria en Rusia 2018

Moscú, Rusia | AFP.

Los jugadores de la selección francesa de fútbol se preparan para regresar este lunes a casa, donde serán recibidos como héroes tras conquistar en Rusia su segundo Mundial al vencer a Croacia por 4-2.

El equipo de Didier Deschamps se impuso a una selección croata con más juego que acierto, en una de las finales más apasionantes de los últimos años, repitiendo así el éxito alcanzado 20 años antes en el Mundial de Francia.

La victoria de Francia convirtió a Deschamps, el capitán de aquella selección de 1998, en el tercer hombre de la historia que gana un Mundial como jugador y seleccionador, tras el alemán Franz Beckenbauer y el brasileño Mario Zagallo.

A sus 19 años, Kylian Mbappé anotó el cuarto gol francés y fue elegido el mejor jugador joven del torneo, en el que demostró que va camino de convertirse en una superestrella.

El presidente francés, Emmanuel Macron, celebró cada gol de su selección en el estadio Luzhniki de Moscú, quedó empapado de agua con la lluvia que cayó durante la entrega del trofeo y festejó el título con los jugadores en el vestuario.

Este lunes recibirá al equipo en París, y aproximadamente a las 11:00 los jugadores desfilarán en autobús por la avenida de los Campos Elíseos, donde se esperan cientos de miles de personas.

Los aficionados franceses festejaron la victoria hasta bien entrada la noche, tocando las bocinas de los coches y ondeando banderas tricolores, mientras la Torre Eiffel se iluminaba de azul, blanco y rojo.

Deschamps, al que sus jugadores lanzaron champán durante una caótica rueda de prensa, aseguró que la victoria fue "tan grande y tan hermosa" como la del Mundial de 1998.

"Hay dos cosas importantes. Una es que esos 23 jugadores estarán ahora vinculados de por vida, pase lo que pase, y también que a partir de ahora no volverán a ser los mismos porque son campeones del mundo", declaró el seleccionador.

"Ser campeones del mundo, como futbolistas profesionales, no hay nada mejor", añadió.

Con este resultado, su equipo, una mezcla de juventud y experiencia en los grandes torneos, demostró que había superado su derrota en la final de la Eurocopa de 2016 en París.

"Hemos hecho algo increíble, entramos en la historia", dijo Antoine Griezmann, autor del segundo gol francés en la final.

"Ahora hay que disfrutarlo, estar con la familia y festejarlo. Y mañana en Francia será lo mismo, vamos a festejarlo con todos los franceses", agregó el jugador del Atlético de Madrid.

Para Croacia, un país de apenas cuatro millones de habitantes, la derrota fue amarga, pero sus seguidores celebraron el mejor resultado de su selección en un Mundial tras un recorrido que la llevó a aplastar a Argentina en fase de grupos y a eliminar a Inglaterra en las semifinales.

Comentarios


Deschamps: "Quizás perder la Eurocopa nos hizo campeones del mundo"

Moscú, Rusia | AFP.

El seleccionador francés, Didier Deschamps, admitió este domingo tras ganar el Mundial-2018 contra Croacia, que la derrota en la prórroga hace dos años contra Portugal en la final de la Eurocopa, "quizá nos ha hecho ser hoy campeones del mundo".

"Fue un momento tan doloroso, que no sé si el hecho de haber perdido la Eurocopa quizás nos haya hecho hoy campeones del mundo" declaró Deschamps, en referencia a que hace dos años los franceses se confiaron en exceso tras derrotar a Alemania, entonces campeona del mundo, en semifinales.

Antes de la conferencia de prensa, Deschamps recibió la insignia que le acredita como ganador del Mundial como jugador en 1998 y como técnico en 2018, un logro que antes sólo habían conseguido el brasileño Mario Zagallo y el alemán Franz Beckenbauer.

Y la recibió de manos de Zvonimir Boban, uno de los jugadores croatas que perdieron la semifinal contra los Bleus en 1998.

"Es un círculo muy cerrado y siento orgullo personal, pero sinceramente, estoy mucho más contento viendo felices a mis jugadores por ser campeones del mundo", dijo.

Justo después, irrumpieron en la sala los jugadores, provistos de botellas de champán, y celebraron el título bañando al técnico con espumoso.

"Están locos. Perdonadles porque están bañados de felicidad", bromeó después Deschamps, al tiempo que trataba de limpiar un poco la mesa.

Deschamps destacó que "nunca se había visto un Mundial como éste, porque el alto nivel de los equipos, con equipos pequeños que con sus planteamientos defensivos hicieron mucho daño a los grandes, y en el que se demostró que los equipos con más posesión fueron derrotados con la velocidad en ataque".

El técnico admitió no saber si Francia "era el mejor equipo, pero acabamos primeros de grupo y después comenzó una nueva competición, con las eliminatorias directas, en las que los jugadores demostraron un gran carácter competitivo".

Y calificó de "determinante" para el éxito de Francia el haber eliminado en octavos "a una gran nación de fútbol como Argentina y a su estrella Lionel Messi".

"Eso dio mucha fuerza a mis jugadores, aunque la euforia se podría haber pagado cinco días más tarde (contra Uruguay en cuartos), pero este grupo ha demostrado tanta hambre por llegar aquí que es lo que explica esta apoteosis", añadió.

"¡No rendirse nunca!"

Deschamps destacó que pese a la juventud, Francia cuenta con "grandes individualidades, pero en el alto nivel el talento no es suficiente sino tienes fuerza mental para superar las dificultades" y por eso se mostró muy orgulloso de que sus jugadores hayan cumplido con su consigna más repetida: "¡No rendirse nunca!".

En ese punto, admitió que no cuenta con psicólogos en su equipo porque considera que "el aspecto mental es buena parte del trabajo de un seleccionador".

Por su experiencia vivida en 1998, Deschamps también destacó que "estos 23 jugadores quedarán ligados de por vida, pase lo que pase" y advirtió que "a partir de hoy no serán los mismos, porque podrán ganar muchas cosas con sus clubes, pero nada podrá superar el título mundial" con la selección.

Y recomendó a sus jugadores "disfrutar de este momento". "(Kylian) Mbappé es campeón el mundo con 19 años, la misma edad que en mi época tenían (David) Trezeguet y (Thierry) Henry, que después nunca pudieron volver a serlo".

Deschamps acabó alabando "un gran Mundial" organizado en Rusia y felicitó también la labor de los árbitros, destacando "como muy positivo" la introducción del videoarbitraje (VAR), que en la final fue protagonista ya que el segundo gol de los franceses (el del 2-1 justo antes del descanso) fue de un penal que el argentino Néstor Pitana señaló tras consultar las imágenes de televisión.

Comentarios

Ir arriba