El VAR se estrenó en un Mundial con Francia como actor protagónico

Moscú, Rusia | AFP.

El videoarbitraje fue el gran invitado al Mundial de Rusia-2018 y uno de los principales actores protagonistas fue Francia, que fue la selección que se benefició de la primera y de la última decisión del VAR en el torneo.

La imagen de los árbitros, los jugadores o los técnicos dibujando un rectángulo en el aire, simulando una pantalla de televisión, fue habitual, sobre todo en la primera fase del torneo, ya que a medida que el Mundial fue avanzando, el VAR fue teniendo menos influencia, seguramente porque los protagonistas se fueron dando cuenta que las artimañas del pasado ya no servían frente al Gran Hermano.

Otra novedad de las reglas fue la introducción de un cuarto cambio en las prórrogas, pero tuvo mucha menor influencia en el juego.

En los 64 partidos mundialistas, solo cuatro jugadores fueron expulsados y únicamente dos de ellos con roja directa. Fueron el colombiano Carlos Sánchez, por detener un disparo con la mano dentro del área, y el suizo Michael Lang, por derribar a un rival en una ocasión clara de gol.

Es decir, gracias al VAR "no ha habido ninguna tarjeta roja por actitud violenta, porque los jugadores saben que todo el mundo va a saber gracias a las imágenes si ha agredido o no a un rival", se felicitó el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en la conferencia de prensa de balance del torneo.

Ninguna roja por agresión

Lejos parecen quedar las 28 expulsiones en Alemania-2006, récord del torneo y las cuatro tarjetas rojas son menos de la mitad de las que los árbitros mostraron en Brasil-2014 (10).

Según las cifras dadas por Infantino, el VAR valoró 440 acciones de juego, pero solo 19 merecieron una revisión y en 16 el árbitro acabó cambiando su decisión inicial.

Tras la final este domingo en Moscú, el número de revisiones aumentó a 20, ya que Francia marcó el segundo gol contra Croacia (el que supuso el 2-1 antes del descanso) en un penal por mano de Ivan Perisic que el argentino Néstor Pitana acordó tras consultar las imágenes por televisión.

Curiosamente, el Francia-Australia del 16 de junio quedará para la historia como el primer partido de un Mundial en el que se utilizó el VAR. Fue para determinar si una caída de Antoine Griezmann había sido o no falta y si el derribo fue dentro o fuera del área. El árbitro uruguayo Andrés Cunha decidió finalmente conceder la pena máxima, que transformó el propio delantero del Atlético de Madrid.

Infantino también destacó que gracias a la tecnología han desaparecido polémicas sobre jugadas que no son interpretable, como si un balón traspasa o no la línea de gol o los tantos en fuera de juego.

"El VAR no está cambiando el fútbol, sino que lo está haciendo más limpio, más honesto, más transparente y más justo", se felicitó.

Pero lo cierto es que, sobre todo al comienzo del torneo, el VAR fue uno de los grandes protagonistas, por el tiempo que se perdía en revisar las jugadas y porque en algunas acciones no quedó claro si la decisión de revisar o no la jugada correspondía a los jueces de video o al árbitro en la cancha.

Polémica y críticas

Con el uso del VAR llegó también la polémica. "Los aficionados tienen que saber cuáles son las reglas", reclamó el seleccionador de Irán, Carlos Queiroz, preguntándose si la decisión de consultar o no la repetición de las imágenes correspondía al árbitro principal o a los jueces del VAR.

Por ejemplo, en el Serbia-Suiza y Alemania-Suecia de la primera fase, se produjeron dos jugadas en las que serbios y suecos reclamaron sendos penales, pero los árbitros no consideraron recurrir al videoarbitraje para comprobar si existieron o no las infracciones.

Más allá de las polémicas, lo cierto es que gracias al VAR se ha reducido el número de acciones violentas y creció el número de decisiones arbitrales acertadas, acabando con aquella sensación de que tal o cual equipo había quedado eliminado por una 'injusticia'.

"Nadie puede imaginarse ya un Mundial sin VAR", concluyó satisfecho Infantino. Y tras la victoria de Francia en la final (4-2), los dos seleccionadores, Didier Deschamps y Zlatko Dalic, coincidieron en señalar que el videoarbitraje "es algo positivo para el fútbol".

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Estrellas que brillaron en Rusia y astros que se 'estrellaron'

Moscú, Rusia | AFP

Rusia-2018, como todos los Mundiales, será recordado por los jugadores que con sus jugadas y goles hicieron soñar a los aficionados de todo el mundo, pero también por aquellos futbolistas que estaban llamados a brillar y que se marcharon del torneo sin pena ni gloria.

Los jugadores más destacados

Kylian Mbappé (Francia): A sus 19 años lleva una carrera tan meteórica como las arrancadas que protagoniza en las canchas. No es que fuera un desconocido para el gran público, ya que el traspaso del Mónaco al París SG hace un año por 180 millones de euros (el segundo más caro de la historia) le había colocado ya al frente de los focos, pero Rusia-2018 le ha consagrado como gran figura, "la estrella para los próximos 0 o 15 años", como dijo el belga Kevin de Bruyne.

La carrera del joven Mbappé quedará marcada a fuego para siempre por el partido de octavos de final contra Argentina (4-3) en Kazán, en la que volvió loca a la defensa albiceleste con su velocidad, y convirtiéndose, después de 'O Rei' Pelé, en el jugador más joven en marcar al menos dos goles en un partido de la Copa del Mundo.

En la final también dejó su sello con algunas cabalgadas por la banda derecha y un gol, el último de los Bleus, para tumbar la resistencia croata (4-2). El premio al mejor jugador joven puso broche a una actuación espectacular.

Eden Hazard (Bélgica): La generación dorada del fútbol belga se quedó a un paso de la final, pero el habilidoso extremo del Chelsea fue el gran artífice de que los Diablos Rojos acaben terceros, la mejor clasificación en toda su historia.

Imparable arrancando desde la banda izquierda, sus combinaciones con De Bruyne o Romelu Lukaku han dejado algunas de las jugadas más bellas del Mundial, sobre todo en la remontada 3-2 contra Japón en octavos o el triunfo por 2-1 frente a Brasil en cuartos.

A sus 27 años, el capitán belga parece en la cima de su carrera; se marcha de Rusia consagrado al fin como uno de los mejores jugadores del mundo y con una actuación que quizá le sirva para fichar por el Real Madrid, según la prensa española.

Luka Modric (Croacia): El menudo cerebro del Real Madrid ha liderado a la sorprendente Croacia hasta la final del Mundial, la primera de su historia. Tras ganarlo todo con el club blanco (cuatro de las últimas cinco Champions, entre otros títulos), el centrocampista de 32 años soñaba con llevar a su país a lo más alto y lo ha conseguido.

Su gol en la victoria 3-0 a Argentina quedará como uno de los mejores del torneo, así como su capacidad para organizar el juego croata y liderar al equipo, pese a que un error en un penal en la prórroga frente a Rusia pudo haber cambiado el destino de los balcánicos en cuartos.

Su actuación en Rusia, pese a la derrota en la final, ha llevado a muchos a pedir el próximo Balón de Oro para el rubio jugador, cada día más parecido físicamente al legendario Johan Cruyff. De momento y como anticipo, fue elegido el mejor jugador del Mundial.

Los que no respondieron a las expectativas

Lionel Messi (Argentina): Apenas un gran detalle de calidad en el gol que anotó frente a Nigeria en el tercer partido de la fase de grupos. Demasiado poco para uno de los dos grandes dominadores de la última década y ganador de cinco Balones de Oro.

A sus 31 años, el que puede ser el último Mundial de la 'Pulga', quedará también por la imagen de Messi frotándose la cara con la mano durante la interpretación del himno, en un gesto de preocupación que no anticipaba nada bueno... y Argentina fue humillada en ese partido por Croacia (3-0), condenándose a un cruce contra Francia que envió a los argentinos a casa.

Cristiano Ronaldo (Portugal): El otro gran dominador del fútbol en la última década comenzó como un trueno, con un triplete ante España (3-3) y el gol del triunfo frente a Maruecos (1-0), pero su estrella se fue apagando a medida que avanzaba el torneo y Portugal no encontró un recambio para poder avanzar más allá de octavos.

Pese a que la selección lusa se volvió a casa, Ronaldo consiguió que se siguiera hablando de él durante el Mundial con su traspaso a la Juventus, dejando el Real Madrid tras nueve temporadas.

También quedará para la posteridad su deportivo gesto al acompañar a Edison Cavani, lesionado, fuera de la cancha, en el partido de octavos que Portugal perdió contra Uruguay (2-1).

Neymar (Brasil): Mantuvo en vilo a los brasileños los meses antes del Mundial después de la fractura en el pie que sufrió en Francia a finales de febrero y por la que fue operado a comienzos de marzo en Brasil.

Se recuperó a tiempo y llegó a Rusia dispuesto a asaltar de una vez el trono que comparten desde hace una década Messi y Ronaldo, pero lo que realmente consiguió fue ser carne de meme en las redes sociales por sus continuas exageraciones y simulaciones.

Tite había creado un equipo sólido detrás de Ney para alcanzar la sexta estrella, pero quien apareció en el complicado inicio de la Seleçao (empate contra Suiza y laboriosa victoria frente a Costa Rica por 2-0) fue Philippe Coutinho.

Su llanto tras ganar a los ticos pareció una liberación, una descarga de la presión que acumulaba. Abrió el marcador en octavos frente a México (2-0) pero en cuartos los Diablos Rojos enviaron a los brasileños al infierno de la eliminación, en lo que Neymar definió como "el día más triste" de su carrera.

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La victoria de Francia, ¿un impulso para Macron?

Paris, Francia | AFP.

La victoria de Francia en el Mundial puede impulsar la presidencia de Emmanuel Macron, con dificultades para cumplir su promesa de "devolver" al país al primer plano de la escena internacional.

"El mundo a vuestros pies", "Conquistaron Moscú, mejor que Napoleón"... La prensa extranjera rivalizó el lunes en superlativos para hablar del triunfo de Francia frente a Croacia en la final del Mundial de Rusia(4-2).

"Esta victoria reforzará la imagen de Francia durante varios años y por tanto, de forma casi automática, la de quien la dirige", según Pascal Boniface, director del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) de París.

Tras haber "atraído todos los focos" durante el primer año de su mandato, Macron, determinado a encarnar una Francia que cree de nuevo en ella y que se reforma, pasa por un "bache", añade.

"La ausencia de resultados con Alemania [para reformar la UE], con los Estados Unidos de Donald Trump, han mermado un poco su imagen", asegura.

Sus ambiciones europeas se ven dificultadas por el debilitamiento político de su aliada, la canciller Angela Merkel, y por el avance de partidos antisistema hacia el poder, como en Italia, un país fundador de la UE.

Las iniciativas francesas respecto al dossier nuclear iraní, Libia y Siria tampoco se están concretando por ahora.

"Soft power"

Pero con su triunfo en el Mundial, Francia se coloca en el firmamento del deporte rey. "Hasta en Corea del Norte están al tanto de su desempeño", explica Boniface, experto en geopolítica del deporte.

Desde los Juegos Olímpicos hasta el campeonato mundial de fútbol, el deporte se ha convertido en un instrumento de poder, un "soft power" que se adquiere no por la fuerza sino por la imagen.

"Esta victoria tiene evidentemente un efecto lupa sobre Francia", confirma Paul Dietschy, profesor de historia contemporánea e historiador del fútbol.

Y lo que viene también es susceptible de engrandecerla: el Mundial de rugby en 2023 y los Juegos Olímpicos de 2024 en París.

Dietschy señala que es sobre todo con Rusia que Francia podría beneficiarse diplomáticamente.

"El deporte es con frecuencia un pretexto. Los viajes de Macron a Rusia para la semifinal y sobre todo la final, además con Francia como ganadora, pueden brindar la ocasión de otro tipo de diálogo con Putin", según este experto.

Macron aprovechó además para visitar el Kremlin y abordar algunos temas de tensión con su homólogo Vladimir Putin, antes de acudir al estadio Luzhniki para la final.

Efecto unificador

"Igual que los jugadores chino-estadounidenses de pimpón lograron en 1971 mejorar las relaciones entre China y Estados Unidos, podemos pensar que esto facilitará el diálogo franco-ruso", dijo Dietschy.

Veinte años después de su primera victoria en el Mundial, inmortalizada por el célebre eslogan "black-blanc-beur" (negro-blanco-magrebí), Francia se muestra de nuevo unida detrás de sus jugadores, de origen francés o procedentes de la inmigración. Y entusiasta, después de la ola de atentados yihadistas que la golpearon duramente.

"¡Viva Francia, viva la República!", corearon tras ganar a Croacia los jugadores franceses —el equipo más joven del Mundial— junto a Macron.

"Esperamos que Francia, tan propensa a dudar, a mortificarse con sus divisiones, decida extraer aquí la energía para ir hacia adelante", resumió el lunes el diario La Montagne.

Por su parte, Macron, en retroceso en los sondeos, afronta el reto de acompañar el hito deportivo con uno político.

La victoria "sienta bien moralmente al país, pero lo que contará en 2022 [en las próximas elecciones] será la tasa de desempleo, y no la segunda estrella" que la selección lucirá a partir de ahora en la camiseta, según Boniface.

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