Cerro Porteño jugó un partido inteligente, sin arriesgarse demás y tácticamente estuvo casi impecable en territorio franjeado, donde se disputó el primer superclásico de la temporada.
En el Azulgrana hubo puntos muy altos y también bajos. Colectivamente se lució y le faltó el brillo de sus individualidades para marcar diferencias ante el campeón vigente del fútbol paraguayo. La mano de "Chiqui" Arce ya se empieza a notar y el Ciclón adquiere un ADN de juego propio, algo que no tenía desde la ida de Leonel Álvarez.
Los mejores:
Rodrigo Muñoz: Sobrio y por momentos fue la figura. El uruguayo tuvo grandes tapadas, que le dan una tranquilidad extra al equipo. En el gol, nada pudo hacer ante un remate muy esquinado de Derlis González.
Juan Patiño: Impecable. Por arriba sacó todo, midiendo siempre de manera exacta los balones aéreos. Controló bien a Roque Santa Cruz y luego hizo lo propio con el africano Emmanuel Adebayor. Es la salida más clara del Ciclón desde abajo y esta vez no abusó de las habilitaciones que suele hacer por el medio, arriesgando muchas veces demás.
Santiago Arzamendia: Soportó bien a un costado derecho de Olimpia, que suele demoler a sus rivales. se proyectó mucho cuando pudo, pero casi no desbordó, la mayoría de sus llegadas fueron con diagonales, para asociarse con Churín o Díaz.
Óscar Ruiz: Tácticamente impecable. Casi no se lo vio en ataque, donde estuvo inactivo, pero fue el hombre que le privó a Otálvato sus acostumbradas galopadas. El colombiano no pudo tener camino libre, porque el volante azulgrana lo siguió hasta línea de fondo.
Diego Churín: Encendido como hace varios partidos. Colectivamente participando en todas y fue quizás el mejor defensor franjeado en el aspecto aéreo. Además colaboró con el mediocampo, recuperando varias pelotas. Recuperó el olfato de gol y Cerro descansó mucho con él, pivoteando y peinado casi todos los balones.
Los más flojos:
Alberto Espínola: Le cuesta asentarse defensivamente. se complica en situaciones innecesarias. Ofensivamente muestra que tiene ímpetu y valentía, pero su defecto a la hora de replegarse, le juega en contra siempre.
Ángel Lucena: No estuvo mal, pero de Lucena se espera siempre un nivel muy bueno para arriba. Corrió todo los minutos que estuvo en cancha como siempre, pero no se proyectó demasiado en ataque y se mostró muy impreciso con los pases.
Sergio Díaz: Abusó de las jugadas individuales. En lugar de apoyarse en compañeros y buscar alguna pared, prefirió encarar a dos o tres rivales demás. Estuvo impreciso y perdió demasiadas pelotas en ataque, propiciando contragolpe del rival.