A mi juego me llamaron

“Soy chistoso, me gusta hacer bromas”, fueron algunas palabras que mencionó el otro día el brasileño Mateus Gonçalves Martins, quien en 45 minutos convenció que está para ser una de las grandes figuras, y no solo de Cerro, sino del fútbol paraguayo. Electrizante, picardía y sobrada velocidad, son algunos destellos de lo que Mateus mostró el otro día en la goleada de Cerro (3-0) ante River Plate.

A mi juego me llamaron… ¿por qué? Porque Mateus quiere eso, porque busca aprovechar los espacios para meter esos piques impresionantes en terrenos como lo que tuvo el otro día en el majestuoso escenario azulgrana. “Soy rápido, esa es mi característica. Me siento más cómodo jugando por izquierda”, aclaró entre otras cosas, el hombre risueño, alegre y amable con todos.

Mateus crack, Mateus velocista, Mateus para Sudamérica y el mundo, son solo algunos títulos calificativos que llovieron para el brasileño, que quizás llegó medio desconocido desde el Ceará de Brasil, pero que ya se ha ganado el cariño de la afición cerrista, y que ya lo quiere ver titular en el esquema de Francisco Arce.

En los 7 partidos que Cerro jugó hasta aquí en lo que va del campeonato Apertura, Gonçalves ingresó de recambio en todos ellos, pero en el que más participación tuvo, fue justamente ante el “Kelito”, donde al inicio de la complementaria entró junto a Robert Morales para cambiar la historia del partido.

Y no es joda, eh. Unos 36 kilómetros por hora fue la corrida que le metió el rapai desde el área de Cerro hasta el área rival, para meter una asistencia precisa para que allí aparezca el hombre gol del Ciclón, hablamos de Mauro Boselli: “Es un definidor nato, solo hay que ponerle el balón y él va a finalizar la jugada.

A Mauro lo conozco de México y hablar de él es hablar de jerarquía”, fue lo que Mateus añadió con relación a su compañero de equipo, dejando bien en claro que esa “rivalidad” entre brasileños y argentinos, no figura en los planes entre las nuevas figuras de este Ciclón que tiene Copa Libertadores esta temporada y en el que Mateus hará su estreno oficial.

“Será mi primera Copa. Vamos a estar bien preparados para lo que venga”, siguió diciendo el atacante que empieza a ilusionar a un pueblo azulgrana, que quiere darse la alegría de festejar una competencia internacional.
¿Metió presión? ¡Sí! Mateus no quiere ser solo aquel jugador que entra cuando todos los demás estén cansados, él quiere ser protagonista, quiere tener ese rol de asistidor, de encarador, de ser útil y sobresalir en un país con cultura diferente a la suya, en un país que le abrió las puertas para jugar en uno de los equipos más grandes de nuestro fútbol.

Cerro ganó un velocista, un jugador que escasea bastante en el fútbol paraguayo. Si nos trasladamos a épocas de los 90, uno similar a lo que fue Ceferino Villagra, o un “Cha-Cha” Chávez, por citar a algunos nombres.
Hay mucho por jugar, hay mucho por competir y Mateus avisó que tiene muchas alegrías que darle a la gran hinchada cerrista.

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Un GPS para Gorosito

Por Christian Pérez/@chrisperezz7

Si bien el DT argentino siempre manifestó no estar apegado a la tecnología, se busca urgente un GPS para Néstor Gorosito, para ubicarse en tiempo y espacio. Comenzó perdido y aún no encontró ni el túnel de salida del Defensores del Chaco, luego de la cátedra que le dio Francisco Arce en el césped de Sajonia.

El entrenador argentino dirigió apenas su tercer partido, cierto, pero no solamente con los rendimientos de su equipo queda expuesto, sino también en cada insólita declaración, dejando al descubierto una total falta de preparación en la previa y que va improvisando con el correr de los minutos.

Cerro Porteño le pegó un baile en el primer tiempo a Olimpia. Paseo azulgrana, con festival de toques, triangulaciones y proyecciones por todos lados (ambos extremos y hasta por el medio) ante un Franjeado que jugó de “chico”, que perdió la identidad que tanto le costó construir y que mostró estar totalmente confundido en cuanto a ideas y propuestas. El 1-0 es lo más mentiroso visto en los últimos tiempos y también fue merced a que el Ciclón sigue buscando un “9” que pueda sacarle réditos a las innumerables jugadas creadas.

En el clásico, el equipo de “Pipo” entró a especular, no a ser protagonista y por la ignorancia (desconocimiento) notada en el cuerpo técnico, ratificada en conferencia de prensa, Olimpia se salvó claramente de algo mucho peor.

Si Luqueño ya le había hecho tambalear, era más que lógico que Cerro lo podía destrozar. Un clásico 4-4-2 con tres volantes centrales en nombres, pero exigiendo y obligando a que uno de ellos finja ser un externo. Todo por no tocar a las "vacas sagradas".

Casi media hora fue monopolio total azulgrana, con un “doble seis” (Villasanti-Lucena) que se devoró todo. Ortiz y Ojeda no existieron, sufrieron pánico con pelota y la regalaron una y otra vez. Fue gran mérito de Cerro, que obligó que en el mediocampo se juegue a su ritmo. Ahí perdió lejos Olimpia. La intensidad, dinámica, precisión y velocidad que tiene en esa zona, no la posee hoy ningún equipo del fútbol paraguayo y es imposible igualarlo.

Tanto fue así que cerca de los 10 minutos, tuvo que “liquidar” a Braian Ojeda como volante por fuera y poner a Rodrigo Rojas para combatir más en un medio en el que solo se veían camisetas azulgranas.

Por los costados, ¡qué paseo del Azulgrana! Claudio Aquino no necesitó demasiado de un apoyo constante de Alan Rodríguez, solo que le haga sombras por el extremo, que le distraiga marcas para encargase de ganar siempre en los duelos “mano a mano”. De izquierda para el medio, para las gambetas de Aquino y alguna que otra pelota abierta para que “Coyote” amplíe el campo y desborde.

Por derecha, sin la calidad de la izquierda, pero con la constancia y entendimiento memorizado entre Espínola y Giménez causaron peores estragos. Ambos no tienen problemas de jugar por dentro y por fuera. Cuando el lateral se proyecta, el volante se mete al miedo y viceversa. Es más, fueron más las veces en la que “Beto” encaró por dentro, gracias que Enzo obliga a estirar al lateral izquierdo de Olimpia.

Si Cerro tenía un “9” real, dinámico, que juegue al mismo ritmo y maneje el mismo tiempo que el resto del equipo, será aún un equipo más completo y casi invencible por un buen tiempo.

Bueno, fue suficiente para explicar las virtudes de Cerro, retornemos a lo nuestro y centremos la atención en Néstor Gorosito y su equipo.

El primer tiempo fue nefasto y hasta ridículo para un equipo con ese plantel, que venía dominando el fútbol paraguayo por tanto tiempo y que en individualidades, quizás tiene más calidad y jerarquía que Cerro, principalmente en ofensiva.
El DT de Olimpia argumentó su papelón en conferencia. “Cerro venía jugando con un mediapunta. En un principio se decía que Aquino iba a jugar ahí y el técnico cambió para jugar con dos delanteros”.

Aunque parezca un chiste, Gorosito dio a entender que no tenía en los planes que el rival juegue así. No sabía que Claudio Aquino viene brillando hace 23 partidos como el cuarto volante por izquierda y que su principal virtud es hacer diagonales, tanto para gambetear o buscar asociarse. Le sorprendió que Espínola y Giménez hayan arrasado con su sector izquierdo. En síntesis, no estaba preparado para el partido.

Su planificación era basado en el según “se decía” y no en simulaciones reales en entrenamientos, ni siquiera preparó al equipo en lo teórico. Su justificación fue que no esperaban que Cerro juegue con dos delanteros, algo no tan cierto, ya que Óscar Ruiz siempre flotó entre el medio y la línea de Ortigoza, incluso muchas veces cubriendo por izquierda cuando Aquino ocupaba el medio.

Encima quiso engañar con la frase “fue un tiempo para cada uno”. Nada más mentiroso. Que Olimpia haya mejorado su horrible presentación del primer tiempo, no significa que haya jugado bien.

Olimpia mostró algo de rebeldía, Cerro bajó su tremenda intensidad, bajando a un escalón cercano al Franjeado y fue solo por eso que en algunos minutos del inicio de la complementaria, hubo aproximaciones constantes.

Olimpia no jugó bien el segundo tiempo, solo que era imposible jugar peor que el primero.

Hasta ahora, ¿a qué juega el Olimpia de Gorosito? Buena pregunta. Seguramente él sabe, nosotros aún no lo pudimos captar. Quizás, porque es todo lo que va a mostrar o porque necesita realmente mucho tiempo para darle su sello.

De lo poco que se puede radiografiar, es que al nuevo Olimpia ya no le agrada mucho la posesión y las formas la va a ignorar. Vertical al máximo, dependiendo de dos virtudes: del lanzador y el picador.

Hasta ahora, las jugadas ofensivas de mayor peligro, fueron con pelotas largas al vacío de Rodrigo Rojas, Braian Ojeda y Richard Ortiz, para que Roque o Recalde ganen por calidad, potencial e intuición. Confundir pelotazos con juego rápido y vertical, es lo que ha mostrado este equipo por ahora.

Es raro, pero ahora Roque juega y hace lo imposible por Olimpia ahora y ya no Olimpia para él, como fue y debe ser.

Lo más irónico es que por el formato de torneo, Olimpia puede incluso ser campeón, pero está claro que este no es el camino para avanzar y evolucionar, o al menos continuar lo bueno que se estaba haciendo.

Futbolísticamente retrocedió hace rato en sus ideas y solo el tiempo pondrá las cosas en su lugar.

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Garnero dejó una vara muy alta en Olimpia

Por Gustavo del Puerto /gusdel1@hotmail.com/ @gusdelpuerto

La directiva del Olimpia no dejó de sorprender con la contratación de Néstor Pipo Gorosito como nuevo entrenador franjeado en lugar del también argentino Daniel Garnero. Cuando se buscó al DT sustituto, siempre se apuntó a un argentino y ni de casualidad se miró a los profesionales que están en el plano local o algún paraguayo identificado con el Olimpia.

Es más, la primera opción fue Gorosito, pero cuando sonó esa posibilidad, la negativa del hincha olimpista no se hizo esperar, después emergió lo de Milito, pero sin ningún avance, quizás hasta pudo haber sido una estrategia para enfriar un poco el plan A.

La nueva directiva del Olimpia presidida por el empresario Miguel Brunotte, de entrada afrontó una semana negra, pues en días el equipo de Para Uno quedó fuera de toda competencia internacional de este año y luego cayó ante Guaireña por el torneo Clausura. Fue una dura prueba y sin dudas, la contratación del nuevo entrenador es otro examen muy complicado.

Con la incorporación de Bassedas como director deportivo quedó claro que el ex Vélez y ex compañero de José Luis Chilavert iba a tener mucho que ver en la elección del DT.

El hincha de Olimpia esperó un profesional de mayor curriculum, mejor que Garnero, quien pese a los tres fracasos en el contexto internacional, dejó una vara muy alta con los cuatro títulos consecutivos a nivel local y un estilo definido de juego. Se fue con un 71 porciento de efectividad. Si bien Gorosito tiene experiencia como técnico, su gestión por debajo del cincuenta por ciento es el principal motivo del pulgar abajo. No le fue bien en River ni en San Lorezno y su mejor gestión fue en Tigre, campeón de la Copa Superliga de Argentina y luego finalista de la Copa Sudamericana, donde perdió en la instancia suprema. Con el mismo Tigre fue al descenso y renunció hace poco tras quedar fuera de la Copa Sudamericana, donde fue superado en los dos partidos por Guaraní.

Por eso, hoy los contreras a Gorosito dicen que en Olimpia se hizo el famoso cambio "mboka garrotere". Sin embargo, el fútbol no es la ciencia exacta en los números y los cálculos matemáticos, pues no todas las veces dos más dos son cuatro.
Ahora hay que dejar trabajar a Gorosito y el tiempo será el juez de su gestión y la de los dirigentes. Si uno remueve el pasado histórico del Olimpia, Luis Cubilla vino sin cartel como director técnico y termino siendo campeón de América dos veces y del mundo, lo mismo sucedió con Nery Pumpido, también brillante futbolista, el recomendado de Carlos Bilardo, amigo de Osvaldo Domínguez Dibb, quien levantó la copa de la última Libertadores para la poblada vitrina franjeada.

Por ahora, Olimpia sigue con el interinato de Enrique Landaida, quien en su estreno planteó un partido más vertical, con menos coqueteos y riegos con la pelota a la hora de salir jugado y con cambios simples.

También queda en claro, que las propuestas futbolísticas de Garnero y Gorosito no son parecidas. El estilo de salir jugando con el arquero, de meter un volante entre los centrales para generar la salida clara, de abrir a los laterales y de mucha posesión para potenciar el juego interno de Garmeo que le dio el tetracampeonato al Olimpia, no será igual.

Gorosito a igual que Garnero también fue el clásico 10, exquisito con el balón, pero apuesta más a no complicarse a la hora de salir, tratando siempre de jugar pelota al pie y con buen manejo del medio hacia adelante. Se modificará el chip del juego franjeado.

El Pipo deberá afrontar lo que resta del campeonato con un plantel armado por otro y seguramente sí los resultados se dan buscará conformar un grupo más a su medida futbolística en el 2021. Sí los resultados se dan, porque en el fútbol paraguayo los procesos son pocos y los contratos se rompen con facilidad, siempre y cuando no deje esa salida un clavo económico para el club o algunas demandas como ya pasaron con el mismo Olimpia en administraciones anteriores.

Gorosito pronto tomará la posta en Para Uno y su trabajo por la perspectiva que uno siente será evaluado partido a partido, porque el gran publico de Olimpia espero un técnico mejor que Garnero.

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