Un 4 de diciembre del 2021, Guaraní y Cerro Porteño se enfrentaron por la última fecha del Torneo Clausura, en la que constituyó una de las definiciones más apasionantes y dramáticas de un certamen nacional en los últimos tiempos.
El "Ciclón" llegaba como puntero del certamen, pero la distancia que tenía con su adversario, el "aurinegro", se había acortado bastante en las últimas fechas del Clausura.
Cerro seguía dependiendo de si mismo en el partido definitorio, ya que solo un empate le bastaba para alzar la estrella 34. Guaraní debía triunfar ante su rival para celebrar su décimo segunda liga nacional.
A poco de comenzar el compromiso en el Rogelio Livieres, el lateral del "azulgrana", Alan Benítez fue expulsado por cometer una dura infracción y dejó a su equipo con 10 hombres para afrontar todo el crucial lance.
Guaraní, con la victoria en la mira y la desventaja numérica del rival, fue para adelante y consiguió dos goles por intermedio Alfio Oviedo y Marcelo Fernández. El "aborigen" terminó haciéndole precio al "Ciclón", que aguantó como pudo y ya no encajó goles en el primer tiempo.
Los minutos finales y el "milagro"
Parecía una consagración segura para Guaraní, que llegó a los minutos finales con dos goles de ventaja, pero, todo comenzó a desmoronarse en filas "aurinegras" con las expulsiones de Gaspar Servio y Roberto Fernández (92'), teniendo que defender la ventaja conseguida con 9 hombres.
Guaraní ya no tenía cambios y el técnico del "aurinegro", Fernando Jubero, puso al defensa Marcos Cáceres como portero de emergencia hasta el final del compromiso.
Tras todo lo ocurrido, el juez Giancarlos Juliadoza, adicionó 11 minutos más al lance haciendo interminable el partido para los locales y dando grandes esperanzas a la visita de poder remontar.
Luego del golpe dramático en el partido, y sintiéndose superior, Cerro Porteño fue con todo en búsqueda del empate que lo consagraba como campeón. Y, rápidamente, lo consiguió.
Alberto Espínola (99'), con un remate colocado tras quedarse solo en el área luego de un centro, dio esperanzas a todo un pueblo que sentía que el gol consagratorio estaba al caer.
Con todo el equipo a la carga y en la última pelota del partido, Cerro Porteño logró el tanto que le dio la estrella número 34 al minuto 100:55, con el cabezazo del capitán Juan Patiño, desatando la locura en las gradas visitantes y en las calles de todo el país.
Desde ahí, han pasado dos años para el popular club de Barrio Obrero, que no pudo volver a gritar campeón, quedando cuatro veces, de manera consecutiva, como vicecampeón en los certámenes nacionales.
