Sin lugar a dudas y a pesar de su edad, el argentino Ángel Di María sigue siendo todo un "crack" en los campos de juego.
En su último partido por la UEFA Champions League, el 'Fideo' metió un golazo olímpico, que le sirvió a su equipo, Benfica, para abrir el marcador ante el Red Bull Salzburgo, por el grupo D de la competencia.
Poco antes de la proeza, Di María ya avisó en un córner que quedó a nada de ser gol, pero a los 32' ya no perdonó a la portería defendida por el portero Anatoli Trubin.
Desde la esquina, el campeón mundial en Catar sacó un gran disparo, que fue a media altura y dejó totalmente fuera de acción al guardameta del Salzburgo.
Sin embargo, el futbolista no quedó ahí, ya que asistió para el segundo gol de las "Águilas", que terminó clasificando a la UEFA Europa League tras triunfar por 3 a 1 ante su rival directo.
Ángel Di María sigue teniendo contrato con el Benfica hasta julio del 2024, sin embargo, regresaría a la Argentina para disputar la Conmebol Libertadores con el club que lo vio nacer, Rosario Central.
Momento del gran gol:
El Sevilla se quedó el martes fuera de Europa tras perder 2-1 en Lens en un partido de la última jornada de la fase de grupos de la Champions League, en el que pagó su falta de pegada.
Los goles de Przemyslaw Frankowski (63, de penal) y Angelo Fulgini (90+6) sirvieron para que el equipo francés mantuviera el tercer puesto del grupo B, que le permite disputar el play-off de acceso a octavos de la Europa League.
La derrota, que no pudo evitar el tanto de Sergio Ramos (79, de penal), detuvo la carrera europea del Sevilla como colista de la llave.
"Es una noche dura, difícil, siempre es triste despedirse de la competición, teníamos una oportunidad muy bonita de conseguir la victoria aquí y meternos en la Europa League", lamentó Ramos a Movistar+, tras el encuentro.
El vigente campeón de la Europa League no podrá intentar defender su título, tras un encuentro que venía marcado por la polémica prohibición de las autoridades francesas a los aficionados sevillistas, anulada por la justicia a apenas dos horas del inicio del encuentro.
El miedo a no poder estar en el estadio llevó a un centenar de aficionados a no viajar, del alrededor de 300 aficionados sevillistas previstos inicialmente para apoyar a su equipo en Lens.
- Dominio sevillista -
El equipo andaluz dominó el encuentro, pero acabó pagando su falta de eficacia en ataque, pese a sus continuas llegadas.
El Lens, más preocupado de evitar un gol que de buscar la portería contraria, apenas salió de su campo en la primera parte antes de dar un paso adelante en la segunda.
Los andaluces tuvieron una gran ocasión para intentar abrir el marcador cuando Jonathan Gradit cedió a su portero Brice Samba que agarró el balón concediendo una falta en el vértice de su área pequeña, aunque el Sevilla no pudo culminar la ocasión (6).
La desastrosa cesión fue una de las muchas imprecisiones mostradas por el equipo francés en la primera parte, en la que multiplicó pérdidas y errores en pase, que el Sevilla no supo aprovechar.
Ivan Rakitic contó con la mejor ocasión en la primera parte, con un disparo desde la frontal que obligó a una gran estirada de Samba (28).
El partido cambió tras la pausa con un Lens que dio un paso adelante, presionando con intensidad arriba al Sevilla, al que le empezó a costar más encontrar las combinaciones.
- Mejora del Lens -
El equipo francés buscó un juego más directo hasta que el argentino del Lens Facundo Medina fue derribado en el área sevillista, en una acción castigada con penal.
Frankowski no falló desde los once metros adelantando al Lens (63), que con el marcador a favor se vino atrás dando aire al Sevilla, que volvió a tomar la iniciativa del encuentro.
El equipo andaluz volvió a poner asedio a la portería de Samba hasta que un agarrón de Medina a Youssef En-Nesyri acabó en penal.
Samba detuvo el primer intento de Sergio Ramos, pero el árbitro ordenó repetir la pena máxima porque el portero del Lens no tenía los pies detrás de la línea y en esta ocasión, Ramos no falló (79).
El empate animó al Sevilla que volvió a creer, poniendo cerco a la portería rival y colgando balones en busca de un remate que diera vuelta al partido.
Ramos tuvo la oportunidad en un último disparo a bocajarro pero envió el balón a las nubes (90+4) y apenas dos minutos después, una pérdida sevillista en el centro del campo originó el contraataque del Lens, que culminó Fulgini (90+6) para cerrar el encuentro.
Lens, Francia. AFP.
El campeón saudita Al-Ittihad del técnico argentino Marcelo Gallardo y del delantero francés Karim Benzema goleó este martes al Auckland City neozelandés (3-0) en primera ronda del Mundial de Clubes, y se citará con el Al-Ahly por un puesto en semifinales, donde espera el Fluminense.
Con una lluvia de goles en la primera parte acorde a la de agua que caía sobre la ciudad de Yeda y su estadio principal King Abdullah Sports City, el equipo saudita mostró sus credenciales a llegar lejos en el torneo en el que participa junto a seis campeones de otras tantas confederaciones.
En un partido monocolor ante el campeón de Oceanía, y con el arbitraje de la estadounidense Tori Penso, los locales llegaron al descanso con el duelo sentenciado merced a los goles del brasileño Romarinho (29'), y de los franceses N'Golo Kanté (34') y Karim Benzema (40').
El antiguo delantero del Real Madrid se convirtió en el primer jugador en marcar en cuatro Mundiales de Clubes, mientras que por los neozelandeses, el argentino Emiliano Tade, que ingresó en el segundo tiempo, participó en su noveno Mundial de Clubes, más que ningún otro jugador.
En el segundo tiempo los locales levantaron el pie del acelerador ante un Auckland dirigido por el español Albert Riera que en el primer acto apenas pasó de la medular, y en el segundo toco el área rival en escasas ocasiones.
Así pues, la figura de Marcelo Gallardo, que dirigió su sexto partido al frente de su nuevo equipo (cuatro victorias, un empate y una derrota) comienza a perfilarse en el horizonte de Fluminense en semifinales el lunes.
Pero antes, 'los Tigres' sauditas deberán eliminar el viernes al campeón de África, el Al-Ahly egipcio.
Yedá, Arabia Saudita | AFP.
