Siempre es bueno tener una profesión alterna a la del fútbol. Principalmente, porque como se suele decir, la carrera del futbolista es muy corta. El fútbol femenino paraguayo, está en pleno crecimiento y caminando hacia la profesionalización.
Mientras tanto, son varias las jugadoras que deben ingeniarse para sobrevivir y costear sus gastos. Una de ellas es la futbolista de Sol de América y de la selección paraguaya de fútbol, Ivanna Mendoza.
A sus 24 años, la mediocampista defensiva es todo un ejemplo a seguir. De mañana y bien temprano, ya empieza con sus actividades del día. Trabaja en el negocio familiar, específicamente de su padre, que es contratista de obras.
Sin nada que temer, Ivanna agarra los pinceles y rodillos, para fungir primeramente con los trabajos de albañil y luego de pintora. Por lo general, si la práctica es en horas de la tarde, trabaja hasta el mediodía. Sino, lo hace hasta que la luz del día así lo permita. Así, está más de doce horas fuera del hogar y luchando por sus sueños. Lastimosamente, el fútbol no le permite aún gozar de una vida digna, por lo cual se las ingenia y se dedica también a esto.
Pero eso no es todo. Según ella contó en nota exclusiva a VERSUS, esta labor suya lo hace desde que cumplió la mayoría de edad, porque necesitaba fondos para cubrir los gastos de su carrera universitaria, la cual logró terminar y es una flamante Licenciada en Instrumentación Quirúrgica, la cual espera poder dedicarse de lleno una vez que cuelgue los botines.
Algo que es digno de destacar, es que ella cuenta con representante, algo inédito para nuestro balompié femenino. La agencia paraguaya Dominum Sports, buscará cumplirle el sueño a ella, el de jugar en el extranjero y vivir solamente de los ingresos de este deporte. Con el Danzarín, espera poder gritar campeón del Torneo Clausura.
Gran currículum
Apenas a sus cortos 8 años, Mendoza (de cuna futbolera por su padre y tíos), ya empezó a practicar al deporte rey. Pasó por Cerrito de Ñemby, fue a la Universidad Autónoma de Asunción (UAA) (jugó la Libertadores 2013), estuvo por Arkadia, Olimpia, 12 de Octubre, Cerro Porteño (compitió en la Libertadores 2017) y recaló este año en Sol de América, uno de los clubes locales que apuesta fuertemente al fútbol femenino.
Como tantas otras, también llegó a jugar fútbol de playa, con el San José. Eso sí, por respeto y porque el piso lastima mucho el físico, no juega Futsal FIFA.
En otro punto, según Ivanna lo indicó, la dirigencia solense le brinda todas las comodidades posibles, como el acompañamiento y también en la parte económica. El equipo juega en la cancha principal, algo que ni la propia categoría Reserva (masculino) del club lo hace.
En cuánto a la selección, ella estuvo en la sub 17, sub 20 y recientemente en el elenco absoluto, en los pasados Juegos Panamericanos. En dicho torneo, se obtuvo un histórico cuarto puesto. "Yo creo que faltó suerte nomás para llegar a alguna medalla, porque teníamos un buen nivel futbolístico", se sinceró. Su ídola es la capitana Dulce Quintana, mientras que a nivel internacional, admira a la brasileña Marta.
Teniendo en cuenta que el próximo mundial femenino del 2023 pasará de 24 a 32 equipos, y que eso dará más cupos a Sudamérica -sin contar la posible organización de Brasil o Argentina- Ivanna cree que tenemos con qué soñar para que se de una clasificación histórica al magno evento.
Finalizando, instó a las más jóvenes a que sigan en búsqueda de sus sueños, y que nunca se den por vencidas.