Por Daniel Arévalos
Nazareno Daniel Bazán Vera (22), es uno de los refuerzos del Sportivo Luqueño para el torneo Clausura. El jugador argentino está con mucha expectativa de realizar un gran campeonato. Además, exteriorizó su contento por llegar a un club donde recibe muy buenas atenciones.
En comunicación con VERSUS, habló de sus características y que es un delantero que le gusta terminar la jugada. Se refirió además de su paso por el fútbol ecuatoriano (Universidad Católica) y que viene a Luqueño para pelear cosas importantes.
Bazán llega a préstamo de Vélez Sarsfield por un año con opción, admite que todavía puede aprender mucho. A principio de año sufrió una lesión en la rodilla que le hizo bajonear bastante, pero superó mediante el apoyo familiar.
Proviene de una familia humilde, tiene pensado traerlo a sus padres a nuestro país por unos días de visita y en el futuro comprarle una casa a su mamá.
"No dudé en venir a Luqueño cuando surgió la posibilidad. Es más, me habló el técnico (Alfredo Berti) y eso me motivó mucho más, si bien no lo conocía personalmente al profe (Berti), sí sabía de él porque dirigió a Argentinos Juniors, me gusta mucho su estilo de juego, todo eso me convenció rápidamente para venir", comentó el delantero auriazul, sobre su incorporación a Luqueño.
"Vine con un objetivo claro de hacer un buen torneo, pelear el título, clasificar a la Copa Libertadores, lógicamente un club grande como Luqueño siempre debe pelear arriba y en lo personal apoyar en lo que pueda", dejó en claro el atacante.
De sus características de juego, resaltó. "Soy nueve de área, me gusta entrar y salir, tener contacto permanente con la pelota y ser el finalizador de la jugada, pero además me gusta generar. Si no me toca marcar, bueno brindar todo el apoyo al equipo, finalmente el fútbol es un juego colectivo y lo importante es el resultado", comentó.
Sobre la impresión que tiene sobre Luqueño en sus primeros días como jugador auriazul, señaló: "La verdad, encontré un club muy lindo y sobre todo muy familiar, eso me pone feliz porque no es fácil salir de tu país, dejar tu familia y entrar en un ambiente diferente. Aquí existe mucha unidad por eso muy rápido me integré al grupo”.
Sus inicios y experiencias
“Desde chico me gustó el fútbol, jugué en Vélez desde las Formativas, firmé mi primer contrato, hasta llegar a primera División y ahí comenzó mi carrera profesional”, explicó el futbolista auriazul.
En la temporada anterior fue cedido a préstamo a Universidad Católica de Ecuador donde anotó 7 goles, siendo su primera experiencia en el extranjero. “En Ecuador estuve un año, luego volví a Vélez porque se cumplió mi contrato y la opción de compra era muy alta que el club no podía pagar”.
Bajón por una lesión
El atacante argentino tuvo una dura prueba en su carrera que casi decidió no continuar, cuando a inicio de éste año sufrió una lesión de los meniscos en la radilla. Pensó que podría truncarle su sueño de seguir jugando, pero afortunadamente consiguió una rápida recuperación.
“Algo triste que me pasó, fue cuando tuve la lesión en la rodilla en un entrenamiento con Vélez a principio de año, si no fuese por el apoyo de mi familia, creo que era algo muy difícil de superarla. Pasa que el fútbol sigue y ves que tus compañeros van a entrenar, mientras vos debes pasar horas en la kinesiología y así va pasando el tiempo. Pero bueno, felizmente pasó todo y estoy aquí”, expresó.
Quiere una casa para su mamá
Si bien, Nazareno prácticamente está iniciando su carrera, mantiene una humildad única y cree en sí mismo. Tiene el sueño de darle una casa a su madre que a pesar de las dificultades supo educarle y enseñarle el camino correcto.
“Mi familia es la mayor motivación que tengo, mi sueño es poder comprarle una casa a mi mamá, me levanto todos los días pensando en esa situación. Creo que es la forma de retribuir un poco lo mucho que me ayudó”, expresó.
“Somos de un barrio muy humilde (en Argentina), donde mis padres cuando eran chicos no tenían nada para comer y eso uno no puede olvidar. Mi mamá es de Caseros (Provincia de Buenos Aires) y mi papá es Villa Palito en San Justo- Pero ellos me educaron a ser humilde y a tener valores, a no olvidarse de sus raíces. Estando fuera de casa, siempre me iba una vez al mes a ese barrio a compartir con ellos. Es por eso que quiero traerlos aquí (Paraguay) de vacaciones por unos días”, sentenció.